BUENOS AIRES -- James Rodríguez no debe haber imaginado jamás vivir en el Real Madrid un momento de inestabilidad como el que ha transitado en los últimos dos meses de 2015. Deseaba hace mucho tiempo jugar en el club merengue e hizo público hace años su pasión por el equipo blanco, al igual que Radamel Falcao.
No obstante, circunstancias como la demora de 98 días en volver a disputar un partido completo después de su última lesión, y la ola de conjeturas tras su reacción cuando el entrenador Rafael Benítez le removió del equipo el 29 de noviembre en el partido vs Éibar, le colocaron en el centro de un escenario no deseado. Lugar impensable exactamente 3 meses antes, el 29 de agosto en el Santiago Bernabéu, con la temporada apenas iniciada, cuando marcó dos golazos frente a Betis (5-0) y le regaló una asistencia de lujo a Gareth Bale en el marco de cincuenta minutos de ciencia ficción y efectos especiales.
En lo que va de La Liga 2015-16 el cucuteño ha marcado 3 goles en 9 juegos (en 7 de ellos fue titular). En dos partidos entró desde el banco de suplentes y en tres fue sustituido, incluyendo el clásico del 21 de noviembre vs FC Barcelona, en el que el Barça humilló a Real Madrid (0-4). Benítez le quitó del equipo a los 55 minutos, con 0-3 en el marcador, y lo mismo hizo 8 días después, cuando le reemplazó a los 65’ por Lucas Vázquez frente al Éibar. Aquello fue la gota que rebalsó el vaso y James explotó, para felicidad de las cámaras de televisión, ansiosas de vender polémica en un Real Madrid rancio y carente de carisma con el que nadie simpatiza. Negar el saludo al técnico y arrojar una botella contra el banco de suplentes para exteriorizar la insatisfacción a veces es suficiente para “montar un pollo mediático”, “un follón”, como suelen decir en España cuando refieren a un lío gordo.
Lo cierto es que, a esta altura de la temporada, no hay gran diferencia en las cifras de James respecto a 2014. Entonces había marcado 5 goles en 14 partidos. Se comprueba pues, que la diferencia radica en la cantidad de partidos disputados de un año a otro. Benítez dice estar satisfecho con él, aunque al crack no le hizo ninguna gracia que el entrenador pusiera en entredicho su estado físico. Es precisamente esa distancia que suele poner el técnico entre él mismo y sus dirigidos, lo que éstos no digieren. Por eso en Madrid se describe como un milagro que finalice la temporada al frente del equipo. Es curioso. Los jugadores añoran a Carlo Ancelotti, mientras que el presidente y gran parte de la hinchada quisieran volver a ponerse en manos de Jose Mourinho.
James Rodríguez disputó además 1 partido de Copa del Rey, que Real Madrid ganó, pero perdió en las oficinas para quedar eliminado por alinear indebidamente al ruso Denis Cheryshev. Fue contra Cádiz el 2 de diciembre y, para no variar, el cucuteño fue también reemplazado, ahora por el ignoto suizo Philipp Lienhart. En la UEFA Champions League, el goleador del último Mundial también jugó un partido, vs Malmö el 8 de diciembre. Victoria 8-0 en la que no marcó goles. Nuevamente fue sustituido, ahora por Jesé. En octavos de final de esa competición chocará contra la Roma.
Para entonces, se espera que James ya esté plenamente recuperado de la lesión en el tendón de la corva que sufrió en su pierna izquierda en un amistoso vs Perú previo a las eliminatorias rumbo a Rusia 2018, y que le tuvo en el dique seco entre el 8 de septiembre y el 28 de octubre.
Su otra lesión se produjo el 4 de febrero. Una fractura en el quinto metatarsiano de la pierna izquierda, de la cual fue operado un día después. Estuvo de baja hasta el 2 de abril. Otro contratiempo, aunque éste sucedió en el amanecer del año.
Marcar un golazo el 13 de noviembre frente a Chile en la fase de clasificación para el próximo mundial fue la mejor forma de reaparecer con la selección Colombia, aunque el partido finalizó empatado (1-1). Lleva 1 gol en 2 partidos de eliminatorias, es decir que tampoco dista de su performance rumbo a Brasil 2014 (3 goles en 15 juegos). Las cosas no le salieron bien durante la Copa América de Chile, en la que no se destacó especialmente en ninguno de los 4 partidos que jugó.
En 2016 concurrirá a la Copa América Centenario que se celebrará en Estados Unidos para intentar conseguir el título con Colombia, siempre y cuando Real Madrid se lo permita. Sino, su plenipotenciario e inquieto agente Jorge Mendes quizá vuelva a activar los mecanismos para hacerle cambiar de club otra vez antes de cumplir 25 años el próximo 12 de julio.
Mientras tanto, James intenta retomar la senda que comenzó a desandar apenas aterrizó en Madrid. En un año de gozos y sombras, al club le preocupa su amistad incipiente con el díscolo Karim Benzema, y lo que puede suceder en fiestas como la que montó el internacional francés en Dubai por su cumpleaños. Le asisten, en cambio, su enorme calidad, el hecho de haber sido elegido el Mejor Centrocampista de La Liga 2014-15 por la LFP (Liga del Fútbol Profesional) sobre Andrés Iniesta y Antoine Griezmann, y haber conseguido la Supercopa de Europa contra Sevilla. Único título que arañó Real Madrid en un año sin relatos de gloria.