Lionel Messi tuvo un partido muy activo en la victoria de Argentina frente a Chile, en la segunda fecha del Grupo A de la Copa América.
El 10 tuvo que lidiar durante gran parte del primer tiempo con molestias físicas y tras una jugada con Gabriel Suazo encendió las alarmas de todos. Recibió la pelota en mitad de cancha y pegado a la banda, mientras que el defensor del Toulouse llegó a destiempo y lo descolocó con una fuerte entrada sobre el posterior derecho. El golpe impactó a Messi, quien fue atendido inmediatamente.
Sin embargo, no se lo vio entero porque minutos después mostró gestos de dolor y se puso a elongar. Pero para tranquilidad de Scaloni y de toda la Albiceleste, siguió jugando sin problemas el encuentro y tuvo una chance muy clara pocos minutos después, con un zurdazo que pegó en el palo del arco defendido por Claudio Bravo.
A pesar de las limitaciones físicas, Leo siempre fue una preocupación para la defensa chilena con su gambeta indescifrable y buena distribución del balón a sus compañeros.
En el arranque del complemento, Leo recibió de Julián Álvarez y decidió habilitar a Nahuel Molina, que tuvo una chance muy clara, rechazada por Bravo al córner.
A los 60 minutos volvió a iniciar una jugada clara con un pase abierto a la izquierda para la llegada de Nico González que remató con muchísima potencia y el travesaño la devolvió.
Con el correr de los minutos y los cambios, Argentina perdió un poco el control del balón y Chile fue creciendo, lo que mermó las apariciones de Messi en el partido.
A los 79 hubo otra clara que no pudo terminar con éxito. Argentina cortó alto y dejó a Leo frente al área, aunque en vez de encarar al arco, prefirió pasarla a Lautaro Martínez, ingresado unos minutos antes, quién no pudo rematar al arco.
Como con casi todas las pelotas paradas, a los 87, lanzó el córner que terminó en el gol de Lautaro Martínez, tras una serie de rebotes.
Más allá de no anotar, Leo es clave en todos los partidos y este no fue la excepción, siendo el eje del fútbol del equipo de Scaloni.