La final de la Copa América entre Argentina y Colombia se venía desarrollando sin polémicas ni controversiales intervenciones del árbitro Raphael Claus, hasta que a los 58 minutos toda la Albiceleste, con Lionel Scaloni a la cabeza, pidió penal.
Ángel Di María desbordó por la izquierda y le envió un gran centro a Alexis Mac Allister, que anticipó a la defensa cafetera y cabeceó a la carrera, pero su remate se topó con la mano de Carlos Cuesta. El volante de Liverpool pidió inmediatamente infracción, pero el árbitro brasileño dio continuidad, en una jugada que terminó con un peligroso remate de Di María.
Un minuto después, la pelota se fue al córner y Lionel Messi, pocos minutos antes de ser reemplazado por lesión, se hizo cargo, sin que el VAR notifica al réferi. Y con el juego reanudado, Scaloni salió del banco de suplentes a reclamar eufóricamente por la no sanción del penal, siendo acompañado y tranquilizado por sus compañeros de cuerpo técnico.
La mano de Cuesta parecía estar en posición natural, pero también ampliaba volumen respecto a su cuerpo, por lo que se instaló la polémica en Miami: ¿era penal para Argentina?