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La final contra Pelé, el enojo de Sanfilippo y el festejo de Bianchi: historias de Boca en el Maracaná

Riquelme, en acción en el Maracaná contra Fluminense en 2008 Getty Images

El Maracaná volverá a recibir a Boca Juniors luego de un largo tiempo: 14 años. Allí, el Xeneize jugó cuatro partidos y la última vez fue ante su rival del sábado 4 noviembre por la final de la CONMEBOL Libertadores 2023: Fluminense.

La definición comenzara a las 17.00 (ARG/URU/CHI/BRA) y 15:00 (COL/ECU/PER), con transmisión de ESPN en Star+ (sólo para Sudamérica).

Historias de Boca en el Maracaná

No fueron muchas las presentaciones del Xeneize en este terreno, pero sí fueron importantes. La primera, de manera especial: en el año 1963, el conjunto de la Ribera jugó allí la final de la Copa Libertadores, como el primer equipo argentino en llegar a esa instancia.

Alberto J. Armando, emblemático presidente del club, desde siempre quiso este trofeo y Boca llegó a la final de ese año con un gran equipo, formado entre otros por el arquero Errea, Marzolini, Rattín, un joven Rojitas… y el temible goleador ex-San Lorenzo que fue ese año su gran refuerzo: Sanfilippo. Enfrente, estaba nada menos que el Santos de Pelé y Coutinho, una máquina de ganar y de jugar. Sanfilippo era hombre de pocas pulgas, muy competitivo, de fuerte crácter y al que no le gustaba nunca perder ni siquiera un amistoso. En esa final, fue determinante: anotó los tres goles de Boca ante el Peixe.

Pero el conjunto de Pelé fue superior y le ganó a Boca 3 a 2 en Brasil y 2 a 1 en la Bombonera. El partido en Brasil arrancó con el local ganando 3 a 0 antes de los 30 minutos de juego, pero Boca se puso en partido y llegó al 3 a 2 cerca del final. Al Nene, como le decían a Sanfilippo, le pegaron bastante en el Maracaná. Tal vez tanto como luego, en La Boca, le pegaron a Pelé, quien debió cambiarse el short en la mitad de la cancha luego de que se lo rompieran de tanto agarrarlo.

En una de las tantas embestidas contra Pelé, Rattín fue a ayudarlo a levantarse del piso. Pero Sanfilippo, fiel a su estilo, le recriminó al Rata: “Dejalo, mirá si lo vas a ayudar. ¿No viste cómo me pegaron estos hijos de p… Me dejaron los tobillos a la miseria”. En esos tiempos, lejos del VAR, los partidos de Copa eran batallas campales. Y Pelé dejó una frase para el recuerdo. “Realmente es más difícil ganarle a Boca que a una selección de un país en un Mundial”, destacó O Rei tras la serie. Boca no pudo con el Santos de Pelé, pero estuvo a la altura ante un rival que luego sería campeón del mundo ante el Milan.

El 2 de septiembre de 1998 por la tercera fecha de la Copa Mercosur Boca consiguió su primera victoria en el Maracaná, ante Flamengo. Fue un partido especial, porque se trató del primer triunfo en los 90 minutos de Carlos Bianchi en Brasil. Y porque la victoria la consiguió con suplentes. El Virrey había llegado hacía pocos meses a Boca y el gran objetivo era volver a ganar un título local luego de seis años de sequía.

La mirada estaba puesta en el Apertura 1998, y por eso en Brasil el equipo formó con: Abbondanzieri; Ortiz, Traverso, Samuel, Matellán; Basualdo, Rosada, Pereda, La Paglia; Giménez y Rey. Rey y Matellán marcaron los goles de Boca en la victoria por 2 a 0; Rodrigo, en tanto, desvió un penal para el local. Bianchi, que había sido cuestionado por parte de la prensa por no llevar titulares, salió una vez más victorioso: “La prensa es libre de opinar lo que quiera, vivimos en democracia. Acá no hay titulares ni suplentes, todos son importantes y ellos lo saben”. Claro, era difícil mantener esa idea del Virrey, cuando en Buenos Aires, descansando, se habían quedado nombres como Córdoba, Bermúdez, Serna, Riquelme y Palermo, entre otros.

En 2008, Boca fue eliminado en semis por Fluminense en el Maracaná. El clima en el vestuario no era el mejor. En la ida, el Xeneize ganaba 2 a 1 y parecía llevarse el triunfo cuando Pablo Migliore cometió un error que le costaría al conjunto de Carlos Ischia el empate, y luego la eliminación. Dicen los rumores que Román le recriminó al arquero su floja respuesta y casi se van a las manos. En Brasil, Boca perdió 3 a 1 y se quedó sin la chance de pasar a la final. Pedro Pompilio, presidente en ejercicio en ese momento, decidió que Migliore se fuera de Boca tras ese partido, y luego de que se supiera su cruce con Riquelme.