El nombre de Damián Gaubeka no es conocido para el amplio público del fútbol internacional. Sin embargo, fue un pionero en un proyecto que en estos tiempos ha desvelado a la FIFA: el Mundial de Clubes. En la década del cincuenta y setenta, este empresario vasco perseguido por sus ideales republicanos al término de la Guerra civil española tuvo una idea: un campeonato con equipos de todos los continentes. Y la concretó. En una de las ediciones de aquellos certámenes, Rosario Central jugó en Venezuela, donde este martes 23 de abril enfrentará a Caracas FC por la CONMEBOL Libertadores, desde las 19, en vivo por Star+ (Sólo para Sudamérica).
Se llamó "Pequeña Copa del Mundo de Clubes" y estaba organizada por la empresa Venezuela Deportiva y un grupo de empresarios liderado por Gaubeka, quien había llegado a Caracas como exiliado. Su primera edición fue en 1952, tiempos en los que Venezuela tenía un sitio muy marginal en el mapa del fútbol sudamericano. De todos modos, consiguieron que ni más ni menos que el Real Madrid de Alfredo Di Stéfano sea uno de los participantes.
Los torneos más prestigiosos fueron los de la década del cincuenta, con clubes de la talla de River Plate, Roma, Corinthians, Valencia, Barcelona, Sao Paulo y Porto. También se disputaron certámenes aislados en los sesenta y setenta, con el nombre de "Torneo de la Ciudad de Caracas". En el último, en 1975, jugó Rosario Central.
El único antecedente de Central jugando en Caracas
Central había sido subcampeón del Nacional 1974 y tenía un equipo con figuras de la talla de Mario Kempes, Carlos Aimar y los hermanos Killer, Daniel y Mario. En agosto emprendió una gira mundial que culminó en Indonesia, donde disputó y ganó la Copa Yakarta contra Benfica. Una de las escalas de dicha travesía fue en Caracas.
Sus rivales fueron FC Boavista Porto (Portugal), Real Zaragoza (España) y un combinado de Alemania Oriental con varios futbolistas que habían disputado la Copa del Mundo 1974. Central debutó con una derrota 1-0 frente a los alemanes, que ganaron con gol de Lothar Kurbjuweit.
Apenas al día siguiente, jugaron por el tercer puesto contra Zaragoza, que había caído frente a Boavista. El resultado fue aún peor: el cuadro español ganó 5-2. Eduardo Solari marcó los dos goles del conjunto rosarino que finalizó último en el torneo que ganó Alemania Oriental.
Los recuerdos en Venezuela no son buenos para Rosario Central, pero al menos también son desconocidos. Este martes, espera frente a Caracas FC en un partido oficial y clave del máximo torneo continental darle un nuevo lugar a la capital venezolana en su historia.