Con el gol de Jeremía en el triunfo de Nacional ante Deportivo Táchira, los Recoba (padre e hijo) alcanzaron una particular marca en la CONMEBOL Libertadores que por ejemplo también han podido conseguir Juan Ramón y Juan Sebastián Verón, y Agustín y Osvaldo Canobbio. El Chino también señaló que vaticinó el gol de su hijo.
Y es que ahora la familia Recoba tiene goles en la Libertadores marcados por papá Álvaro y por su hijo Jeremía.
El Chino disputó como futbolista cinco Libertadores con Nacional (1997, 2012, 2013, 2014 y 2015) y anotó tres goles, todos en la edición de 1997: contra Peñarol, de tiro libre ante Deportivo Cali y tras una gran jugada individual frente a Colo Colo.
Jeremía pudo convertir ante Deportivo Táchira el miércoles 24 de abril en el Gran Parque Central, y en el festejo fue directamente a abrazar a su padre.
“Fue muy emotivo para mí porque se lo dediqué a él y espero dedicarle más goles. Goles internacionales de mi padre recuerdo el que le hizo a Deportivo Iquique por la CONMEBOL Sudamericana, un tiro libre por abajo de la barrera; recuerdo que fue un partidazo”, señaló Jeremía en diálogo con ESPN.
Por su parte, el Chino contó en conferencia de prensa: “A Jere le dije antes de empezar a hacer el partido que iba a hacer un gol, vení a abrazarme. Le dije eso, vino y me abrazó; no se asustó de que le dijeran que era alcahuete del técnico”.
Más padres e hijos que celebraron en la Libertadores
En la historia de la Copa ya ha sucedido que marcaran padres e hijos; por ejemplo, los también uruguayos Canobbio: el padre Osvaldo anotó un gol para Nacional en la Libertadores de 1994 y tres para Deportes Cobreloa en 2002, su hijo Agustín lleva dos goles en el máximo certamen continental a nivel de clubes (uno con Peñarol y otro con Athletico Paranaense).
Curiosamente, los Forlán no integran esta selecta lista, dado que Diego no pudo marcar en ninguno de los tres partidos de Copa que jugó en 2016 con Peñarol; su padre Pablo sí pudo festejar goles propios en la Libertadores: uno con Defensor Sporting en 1982 y dos con Peñarol (1969 y 1976).
A su vez, Juan Ramón Verón anotó trece goles para Estudiantes de La Plata en las ediciones 1968, 1969, 1970 y 1971, y su hijo Juan Sebastián convirtió cuatro para el mismo equipo (dos en 2008, uno en 2009 y el restante en 2010).
Asimismo, esta dupla argentina de padre e hijo se suma a la ya más reducida y distinguida nómina de campeones de Copa: Juan Ramón la ganó en 1968, 1969 y 1970, y Juan Sebastián en 2009, ambos con Estudiantes.
Los otros dos casos de padres e hijos campeones son con Peñarol: los Matosas (Roberto la ganó en 1960 y 1961, y su hijo Gustavo en 1987) y los Gonçalves (Néstor obtuvo en 1960, 1961 y 1966, y su hijo Jorge en 1987). Gustavo Matosas también ganó la Libertadores de 1993 con Sao Paulo.