Tras superar a Flamengo, Peñarol regresa a las semifinales de la CONMEBOL Libertadores, instancia a la que no accedía desde 2011. Repasamos cómo le ha ido al Carbonero en los partidos previos a las finales del certamen.
Junto a River Plate, el Carbonero es el equipo que más veces ha disputado la etapa de semifinales de la Libertadores, con un total de 21 ocasiones. Si bien el torneo ha tenido diferentes formatos para definir sus últimas instancias, si se toma a semifinales como la llave previa a la final, el Manya y el Millonario lideran esa clasificación histórica.
Los hinchas aurinegros todavía tendrán muy presente cuál había sido su última aparición entre los cuatro mejores de la Libertadores. La campaña de 2011, también con Diego Aguirre al mando, tuvo en la llave de semifinales uno de sus puntos altos. Peñarol enfrentó al Vélez Sarsfield de Ricardo Gareca, el equipo sensación de aquel momento en el fútbol argentino.
La llave marcó que la ida se disputó en el Estadio Centenario, con el Carbonero consiguiendo la victoria por 1-0 con gol de Darío Rodríguez. La vuelta en el José Amalfitani fue un partido de locos. Peñarol comenzó ganando por medio de Matías Mier, pero Vélez lo dio vuelta con tantos de Fernando Tobio y Santiago Silva. Precisamente, el “Tanque” tuvo un penal a su favor para darle la ventaja en la serie al Fortín, pero se resbaló en la ejecución y lo tiró afuera. El aurinegro aguantó el resultado y clasificó a la final por haber marcado un gol de visitante. Luego, caería en la llave por el título ante el Santos de Neymar.
Los años 80, con dos trofeos
Para encontrar su aparición anterior en semifinales hay que ir hasta 1987, el año del último título de la Libertadores obtenido por Peñarol. También estuvo presente Diego Aguirre, pero esta vez como el héroe desde la cancha. En esos años la Libertadores tenía un formato distinto y en lugar de semifinales había dos grupos de tres equipos, donde el ganador de cada uno iba a la definición por el título.
Al aurinegro le tocó medirse contra Independiente y River Plate. Como local venció 3-0 al Rojo, e igualó sin goles ante el Millonario, mientras que fuera de casa le ganó 4-2 al conjunto de Avellaneda y cayó 1-0 contra el de Núñez en el Monumental. Los resultados le dieron el liderazgo de su serie y el pasaporte a la final, donde venció a América de Cali y se quedó con su quinto título sudamericano.
En la década del 80, Peñarol jugó cuatro semifinales más. En 1981 quedó último en el grupo B compartido con Nacional y Cobreloa, que fue quien ganó el cupo a la final. ¿Los clásicos? Dos empates 1 a 1. Al año siguiente, en 1982, la suerte cambió. Los rivales de la serie fueron Flamengo y nuevamente River. El aurinegro, con nombres como Fernando Morena y Walter Olivera, arrasó en su grupo y ganó los cuatro partidos. En el Centenario fueron 1-0 sobre los brasileños, y 2-1 ante los argentinos; mientras que en Maracaná volvió a ganar con un único tanto y en el Monumental el Manya superó a los locales por 4-2. Luego llegaron las finales ante Cobreloa, el gol agónico de Morena y el Carbonero levantó por cuarta ocasión la Copa Libertadores.
Un año más tarde, en 1983, con una base similar en su equipo, Peñarol volvió a ser finalista. La llave previa lo midió nuevamente ante Nacional, y también a San Cristóbal, el campeón venezolano. Ante los caribeños, fue 0-0 de visita y ganó 1-0 en Montevideo. Por su parte, los duelos clásicos ante el Bolso fueron los dos para Peñarol: 2-0 y 2-1 para meterse en las finales contra Gremio, donde los gaúchos celebraron el campeonato.
En 1985, el Manya tampoco tuvo suerte en el grupo de semifinales: fue último en la llave contra América de Cali y El Nacional de Ecuador.
Le costó en los 70
Siguiendo el viaje hacia atrás en el tiempo, hay que pasar por la década del 70, donde Peñarol también estuvo en cinco semifinales. En 1970, con un formato más parecido al actual, jugó partidos de ida y vuelta contra Universidad de Chile: los azules ganaron 1-0 en Santiago y el Manya venció 2-0 en el Centenario. Esto forzó a jugar un tercer partido de desempate en cancha neutral, disputado en el estadio de Racing de Avellaneda: el Peñarol de Osvaldo Brandao empató 2-2 en el tiempo extra gracias a un gol de Luis Lamberck y se quedó con la clasificación, ya que tenía mejor saldo de goles en los primeros dos juegos. La final enfrentó al Carbonero con Estudiantes de La Plata, y los argentinos se quedaron con la victoria, la tercera suya consecutiva en el torneo.
En 1972 fue colista de su llave, la cual compartió con Nacional y Universitario de Perú, que fue quien enfrentó a Independiente en la final, con triunfo del Rojo. Dos años después, en otro certamen obtenido por el equipo de Avellaneda, Peñarol fue segundo en su grupo de semis detrás de los campeones, donde también estaba Huracán.
En el 76, el Carbonero evitó al futuro campeón (Cruzeiro), pero fue último contra River e Independiente en las semis, mientras que en el 79 le tocó volver a estar en el fondo de la tabla contra Boca Juniors y el Rojo.
Lo increíble de los 60
El dato llamativo de lo que sucedió en la primera época de la CONMEBOL Libertadores fue que en esas primeras diez ediciones, el aurinegro llegó a semifinales en nueve ocasiones, perdiéndose solamente la de 1964.
Es sabido que Peñarol ganó las primeras dos Libertadores disputadas (1960 y 1961), y llegó a la final en la tercera. En la primera edición superó en semifinales a San Lorenzo (1-1, 0-0 y 2-1 en el desempate), mientras que al año siguiente venció con claridad a Olimpia (3-1 y 2-1). En 1962 se dio una semi clásica ante Nacional, que también requirió de desempate en un tercer partido: la ida fue 2-1 para el Bolso, la vuelta fue 3-1 para el Manya, y el 1-1 en el tercer juego le dio la clasificación a Peñarol por diferencia de goles.
En el 63, Boca superó al aurinegro ganándole ambos partidos (2-1 y 1-0), mientras que en 1965 se dio una se las semifinales más recordadas ante el Santos de Pelé. La ida fue 5-4 para los brasileños en Vila Belmiro, y la vuelta se la quedaron los uruguayos por 3-2. El desempate se hizo en el Monumental de Núñez y fue 2-1 para el aurinegro con gol tardío de “Pepe” Sasía.
La edición de 1966, la del tercer título de Peñarol, tuvo el formato de los dos grupos de semifinalistas, y el Carbonero superó en dos ocasiones a Nacional y repartió un triunfo y una derrota ante Universidad Católica para meterse en la final ante River Plate.
En 1967, Peñarol fue último en una llave que se llevó Nacional y que compartía con Cruzeiro; al año siguiente -con el formato actual- fue eliminado por Palmeiras (1-2 y 0-1), mientras que en 1969 fue el Bolso el encargado de evitarle el pasaje a la final (0-2 y 1-0).