Durante años, Brasil fue para Racing algo más que un territorio difícil: era una frontera simbólica. Allí donde otros equipos argentinos escribían páginas heroicas, la Academia encontraba casi siempre resistencia. Cada tanto, muy de vez en cuando, llegaba una victoria que parecía condensar décadas de espera.
Sin embargo, de Santos a San Pablo y de Belo Horizonte a Río de Janeiro, Racing fue tejiendo una historia irregular pero profundamente emotiva.
Ahora que volverá a pisar suelo brasileño para enfrentar a Flamengo, en semifinales de la Copa CONMEBOL Libertadores 2025, posee la confianza de los que ya conocen la ruta, por lo que la historia empieza a leerse de otra manera. El partido se puede ver en vivo por el Plan Premium Disney+ (solo para Sudamérica).
Racing en Brasil: primer triunfo, contra el Santos de Pelé
En total, Racing jugó 29 partidos en Brasil por copas internacionales, con un saldo de 6 victorias, 11 empates y 12 derrotas. El balance podría parecer modesto, pero detrás de cada triunfo hay una historia que se ganó un lugar en la memoria racinguista.
La primera victoria llegó el 9 de diciembre de 1969, por la Supercopa de Campeones Intercontinentales. Aquel día, la Academia venció 2 a 0 al Santos de Pelé. Fue un triunfo cargado de simbolismo: el campeón del mundo de 1967 se imponía en Brasil, en la casa del Rey Pelé, cerrando un ciclo glorioso.
Hubo que esperar 29 años y nueve presentaciones para que Racing volviera a ganar en suelo brasileño. El 18 de agosto de 1998, por la Copa Mercosur, el equipo de Ángel Cappa se impuso 2 a 1 sobre Corinthians, con goles de Facundo Villalba y Pablo Bezombe.
Aquel triunfo, el primero de un equipo argentino en el estadio Morumbí, fue una rareza en tiempos inestables, una chispa de identidad recuperada.
La Supercopa de 1988: la huella continental de Racing
Entre ambos hitos, la Academia había conquistado uno de sus mayores logros internacionales: la Supercopa Sudamericana 1988, venciendo en la final a Cruzeiro, después de ganar 2 a 1 en Avellaneda y empatar 1 a 1 en Belo Horizonte.
Fue la primera edición del torneo y el regreso de Racing a la gloria continental después de dos décadas.
Esa noche de gloria, en el Mineirão, con el Pato Fillol en el arco, Gustavo Costas en la defensa y Coco Basile como entrenador, la Acadé dejó una postal inolvidable en la historia racinguista.
El Maracanazo de 2020: Racing, en los penales
Ya en tiempos recientes, Racing volvió a escribir una página inolvidable. El 1 de diciembre de 2020, por los octavos de la Libertadores, el equipo que dirigía Sebastián Beccacece igualó 1 a 1 ante Flamengo en el Maracaná y se impuso 5 a 3 en los penales, con el arquero Gabriel Arias como gran figura.
Fue el triunfo del desahogo, de la resiliencia, del Racing que volvía a creerse capaz de ganarle a cualquiera, incluso en uno de los estadios más simbólicos del planeta.
San Pablo, Cuiabá y el presente que pisa fuerte
En los últimos años, Racing dio vueltas su historial en Brasil. El 18 de mayo de 2021, con Juan Antonio Pizzi como entrenador, venció 1 a 0 a San Pablo con gol de Joaquín Novillo, asegurándose la clasificación a octavos de Libertadores.
Un año después, el 3 de mayo de 2022, la Academia que dirigía Fernando Gago derrotó 2 a 1 a Cuiabá por la Copa Sudamericana, con anotaciones de Aníbal Moreno y Enzo Copetti.
En la actual Libertadores, el equipo argentino sumó otra victoria en territorio brasileño, al golear 3 a 0 a Fortaleza. No obstante, este año se produjo un triunfo más trascendente, que le dio a Racing una estrella festejadísima y casi inesperada: la Recopa Sudamericana 202, conquistada frente a Botafogo, campeón vigente de la Libertadores.
Después del 2 a 0 en Avellaneda, el equipo argentino repitió el mismo resultado en la vuelta, en el Estadio Olímpico Nilton Santos de Río de Janeiro, con goles de Matías Zaracho y Bruno Zuculini, mostrando una versión colectiva sólida e implacable.
Brasil, un país que dejó de ser prohibido para Racing
De territorio hostil a escenario de consagraciones, la relación de Racing con Brasil parece haberse añejado como los buenos vinos. Durante décadas, ganar en territorio brasileño parecía un sueño improbable.
Hoy, en cambio, cada viaje suena a cita con su identidad copera. Porque si alguna vez Brasil fue la frontera, ahora es apenas otra página en la historia que Racing sigue escribiendo a su manera.
