El Gobierno de Argentina definió este miércoles que el plantel de Boca Juniors, que arribó a Buenos Aires desde Brasil, debe cumplir con un aislamiento de siete días, debido al "contacto por fuera de lo estipulado" que se produjo el finalizar el partido contra Atlético Mineiro, cuando se desató una pelea que derivó con el traslado de varios jugadores a una comisaría brasileña.
Pese a que desde el consulado en Belo Horizonte y con el aval de CONMEBOL se había asegurado que la burbuja de la delegación xeneize se había mantenido, las autoridades sanitarias de Argentina ya definieron que de todas formas deberán aislarse por el término de siete días.
Podría considerarse que la burbuja se rompió al momento de prestar declaraciones en la comisaría, aunque desde CONMEBOL y el consulado lo niegan. Al llegar al país, Boca decidió ir a hospedarse el Hotel Intercontinental, de la capital porteña, para mantener la burbuja y poder volver a las prácticas el jueves.
Jorge Amor Ameal, presidente del club xeneize, confirmó en ESPN F90 que pedirán las postergación del partido del sábado con Banfield, aunque la Liga no prevee suspensiones por brotes de Covid ni para este caso.
Boca perdió su vuelo de regreso a Buenos Aires tras la pelea de la víspera, en los vestuarios del estadio Mineirao de Belo Horizonte, al ser eliminado de la Copa Libertadores, y recién pudo volver a su país cuando los implicados completaron sus declaraciones en una comisaría de la ciudad brasileño.
La confusión fue provocada por los argentinos tras ser derrotados por 3-1 por el Atlético Mineiro y tuvo que ser contenida por la Policía que terminó trasladando a varios miembros de Boca a una comisaría donde pasaron la noche luego de confirmar con las cámaras de seguridad del estadio su responsabilidad en la trifulca.
La pelea se produjo luego de que el Mineiro eliminara en los penales por 3-1 a Boca Juniors, tras los empates sin goles en los partidos de ida y de vuelta, y garantizara su cupo en los cuartos de final de la Libertadores.
Los argentinos, que protestaron por la eliminación de un gol que les hubiera garantizado la clasificación a cuartos de final luego de que el árbitro consultara el VAR, así como había ocurrido en el partido en Buenos Aires, comenzaron a provocar a los del conjunto brasileño aún en el túnel de acceso a la cancha.
Además de agredir a dirigentes y jugadores del Atlético Mineiro, así como a miembros del equipo de seguridad, los argentinos derribaron gradas de protección, una amplificador de sonido y otros objetos, además de lanzar botellas de agua a sus rivales.
Boca tenía programado regresar a Buenos Aires hacia la medianoche del martes, pero por los incidentes tuvo que cancelar el vuelo y lo reprogramó para este miércoles. Y pisó suelo porteño pasadas las 18:30.
Nueve integrantes de la delegación del club argentino fueron identificados en las cámaras por las autoridades y son acusados por agresión y daños al patrimonio.