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El honor, a salvo

BUENOS AIRES -- Cuando parecía que éste sería el peor Mundial de la historia para el continente anfitrión, hizo su irrupción el equipo más europeo de los africanos y salvó el honor de todo un pueblo. Ghana venció con claridad a Estados Unidos e igualó la mejor actuación de un Seleccionado de estas tierras en una Copa del Mundo.

Paradójicamente, las Estrellas Negras llevaron a África a la elite con un estilo totalmente opuesto al que históricamente hizo brillar a los equipos del continente. Lejos quedaron el juego vistoso y la frescura de Nigeria, Camerún o Senegal. Hoy Ghana triunfa gracias a sus variantes tácticas y a su disciplina. Sí, aquellas virtudes que los representantes de Europa supieron llevar a lo más alto hoy son las razones de esta victoria ghanesa.

En 1978 Túnez le dio el primer triunfo mundialista a la CAF, ante un pobrísimo Seleccionado mexicano. Cuatro años más tarde, Camerún sorprendió al mundo y, aunque se despidió en primera ronda, logró empatarle a Italia, que luego sería el campeón. En México 1986 Marruecos se convirtió en la primera Selección africana que supera la primera fase y en Italia 90 los Leones Indomables quedaron para siempre en la leyenda tras vencer a Argentina y alcanzar los cuartos de final.

Hasta aquella actuación deslumbrante del Camerún de Roger Milla y François Onam-Biyik, el crecimiento de África en los Mundiales fue sostenido, por eso se esperaba un salto de calidad en los siguientes torneos. Sin embargo, pese al buen nivel de Nigeria en 1994 y 1998 y a las medallas doradas obtenidas en dos Juegos Olímpicos, hubo que esperar a 2002 para volver a ver un Seleccionado de este continente entre los ocho mejores.

Senegal protagonizó uno de los batacazos más extraordinarios de todos los tiempos y venció a la campeona reinante, Francia, en el partido inaugural del certamen disputado en Corea-Japón. En octavos, superó a Suecia y luego debía afrontar un apetecible cruce contra Turquía en cuartos. Sin embargo, la barrera volvió a cerrarse y las semis se privaron de tener un africano, una vez más.

En Sudáfrica 2010, las Estrellas Negras completaron la trilogía con un trámite casi calcado a los dos anteriores triunfos africanos en una serie eliminatoria mundialista. Victoria 2-1 en tiempo suplementario tras comenzar arriba en el marcador.

Hoy, la esperanza se llama Ghana, el país más exitoso en materia de juveniles. De la mano de jugadores de mucha personalidad como Prince Boateng y Asamoah Gyan, las Estrellas Negras lograron emular a Camerún y Senegal. Como en 1990 fue Colombia y en 2002 Suecia, esta vez la víctima fue Estados Unidos.

Hasta el 26 de junio, el primer Mundial africano había sido una verdadera tortura para los combinados "locales". Sudáfrica fue el primer anfitrión en despedirse en primera ronda, Camerún perdió todos los partidos, Argelia no convirtió ni un gol, Nigeria realizó su peor actuación histórica y Costa de Marfil no pudo superar el grupo de la muerte.

Sólo Ghana se metió en octavos y salvó el honor de todo un pueblo que soñó durante años con este momento. Ahora, será el momento de intentar dejar atrás esa barrera que en otros tiempos fue insuperable. El equipo de Rajevac sabe si lo hará con sus propias armas o apelará al histórico estilo africano, a la frescura que tanto extrañamos en Sudáfrica 2010.

EL HÉROE CHARRÚA
"En la Selección no rinde ni la mitad de lo que rinde en Europa, que no juegue más en la Celeste". Antes de esta Copa del Mundo la mayoría de los uruguayos hubiese respondido con una frase similar ante la consulta acerca de su opinión sobre Luis Suárez. Pero la historia cambió para siempre en dos partidos y aquel resistido delantero es hoy un héroe nacional.

En el último choque de la primera fase ante México, Suárez convirtió su primer gol mundialista y fue la gran figura del equipo que se clasificó en primer lugar. Pero sin duda, su consagración llegó hoy, en el compromiso de octavos de final frente a Corea del Sur. A los seis minutos del primer tiempo, el delantero recibió un gran pase de Forlán y le dio a la Celeste el primer grito en un duelo eliminatorio en los últimos cuarenta años.

En el segundo tiempo llegó el momento de su ascenso al olimpo. La Selección dirigida por Tabárez era superada por Corea y aquella victoria que era casi una realidad en el inicio, se hacía cada vez más difícil. Pero apareció el nueve y definió como lo que es: un crack. Gracias a ese golazo, uno de los más lindos de la Copa, Uruguay se clasificó para los cuartos de final por primera vez desde México 1970.

Antes resistido, hoy idolatrado. Suárez fue el artífice del triunfo más importante del Seleccionado charrúa en la era moderna, el encargado de resucitar a una Celeste que parecía muerta y hoy está más viva que nunca.