HOUSTON -- Fueron por lana y salieron trasquilados. Si los seleccionados mexicanos habían levantado quejas, lágrimas y lamentos por los entrenamientos exhaustivos con Diego Cocca, este jueves recibieron una dosis similar. Sensación térmica de 100 grados Fahrenheit (38 grados centígrados) y una humedad del 61 por ciento.
Jimmy Lozano debutando, con la cachucha, la cruz y el silbato. Sesión de calentamiento y después al torito, comenzando con diez segundos de intensidad. “Presionen, presionen, no los dejen respirar”, exigía el cuerpo técnico. Y acumulando segundos. Hidratación, reposo, y a la carga nuevamente.
Al inicio de los ejercicios, algunos, pocos, parecieron titubear, pero fueron devorados por la vorágine de los otros. Queda claro que si había algún espíritu adormecido, narcotizado de comodidad, aburguesamiento e indolencia, ayer pudo espabilarse finalmente.
La cita fue en el Houston Sports Park. Se habían anunciado sólo quince minutos para fotos y video, pero la presencia de los medios se extendió por casi 40 minutos. Poco que observar de lo que pretende Jimmy Lozano en la cancha. La pizarra la lleva en la cabeza. Aún tendrá que valorar quién quiere más jugar y cuánto quieren más jugar.
Al final, cuando la puerta se cerraba detrás de los medios, apareció Juan Carlos Rodríguez, comisionado de la FMF. La sonrisa en el rostro y saludando a cada uno de los representantes de los medios mexicanos y hondureños.
Queda claro que esta vez ya no habrá puestas en escena. Después de la teatralización de la presentación de Jaime Lozano el miércoles por la noche, ahora empieza la refriega. Los discursos prefabricados se fueron por el vertedero tóxico.
Cabe señalar que después de esa encerrona en la que se grabó el video que vio la luz pública, hubo otra charla. Esta sin maquillajes, sin florituras. Éste, el segundo coloquio de la noche, fue distinto. Intensidad, sin tersuras, con respeto, pero sin recular, sin concesiones.
Sí, la primera charla pareció arrullar a los jugadores, pero la segunda, que se prolongó por más de 20 minutos, reubicó a aquellos jugadores con espíritu de ninfas silvestres, que esta vez va en serio, que quien no está dispuesto a morir, no estará dispuesto a a matar. Hubo rostros impactados por el cambio de mensaje, según un informante.
Las palabras que todos querían oír, menos los jugadores, fueron dichas: “Quien no quiera estar en esta selección, es el momento de que lo diga”. Silencio. Algunos futbolistas bajaron los ojos. Echaron a Diego Cocca, pero ahora, si defraudan en la cancha, se van ellos antes que Jimmy. Lozano cortaría por lo sano.
La Selección Mexicana continuará este jueves su nueva dinámica de reconquistar a la afición mexicana en Estados Unidos. Hoy, algunos “incondicionales” tendrán un acercamiento con el técnico interino del Tri. Aún no se sabe quiénes porque seguramente serán cuidadosamente elegidos por el departamento de comunicación de la FMF, para evitar algún exabrupto de fanatismo.
Los jugadores mostraron estar sanos, recuperados, prestos para el enfrentamiento ante Honduras y cumplir la promesa hecha por Guillermo Ochoa el miércoles por la noche de no irse con las manos vacías este verano.