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Racing tuvo su gran noche copera, eliminó a Paranaense y se metió en las semifinales de la CONMEBOL Sudamericana

Racing Club jugó uno de sus partidos más coperos en años, borró de la cancha y de la CONMEBOL Sudamericana a Athletico Paranaense al ganarle 4-1 y se metió entre los cuatro mejores de un certamen internacional por primera vez en 27 años. Ahora, Corinthians.

Gustavo Costas, tan ídolo como cuestionado luego de las caídas en Brasil (0-1 en la ida) y en Córdoba, vivió el partido como si fuera el último. Eufórico durante los 90 minutos, muy conforme en el primer tiempo, algo más quejoso en el complemento, Costitas planteó un partido perfecto, en el que desbordó al elenco del debutante Lucho González, también hincha de la Academia y algo más medido en sus gestos.

Pero todo se le facilitó hoy a Racing. El mayor escollo para remontar una eliminatoria de local suele ser marcar el primer gol. Y los de Avellaneda lo lograron en apenas 18 segundos. El remate de Agustín Almendra colgándose del ángulo superior izquierdo de Mycael quedará en la retina de los racinguistas, pero también se puede explicar por la postura ofensiva que el equipo de Costas mostró, literalmente, desde el primer instante.

Paranaense, desbordado por un estadio colmado y un marco ensordecedor, no opuso resistencia ante el 0-1, pero tampoco salió durante la primera media hora del asombro. Roger Martínez, en offside, y Maravilla Martínez, de chilena, probaron y mostraron que el equipo estaba muy entero y no se conformaba con igualar el global, y fue el goleador el que anotó el 2-0 a los 23 minutos, después de la asistencia del colombiano.

No obstante, fue otro colombiano el que gestó el gol: Juanfer Quintero. El ex River volvió a demostrar que juega a otra cosa y que el contexto adverso, el momento definitorio, lo motiva. Cuando a otros les queman las papas, él se agigante. Su fútbol, bendito sea su fútbol, es el culmen de la belleza, la sencillez de lo cotidiano, en el campo de juego. Su pase entre líneas para Roger, que muy rápido habilitó a Maravilla, es quizás la imagen del partido.

Es muy difícil encontrar puntos bajos en el primer tiempo de Racing, que volvió a contar con Gabriel Rojas, una flecha por la banda izquierda, que también dominó el mediocampo, que mostró firmeza y solidez defensiva, donde no sufrió más allá de algunas corridas del uruguayo Agustín Canobbio.

Y cuando parecía que el equipo se empezaba a quedar, defendiendo el 2-1 en el global, la Academia pegó de contra: Quintero aprovechó un error defensivo, condujo y habilitó a Roger Martínez, que definió mano a mano con Mycael y convirtió la victoria en goleada (42'), desatando una vez más la euforia albiceleste en las tribunas del Estadio Presidente Perón.

El clima festivo, momentáneamente interrumpido por el rapidísimo descuento de Paranaense en el segundo tiempo, por intermedio de Nikão, uno de los tres futbolistas que Lucho González había mandado a la cancha segundos antes, retornó cuando el equipo se volvió a acomodar en el campo de juego.

Pero así como el impulso inicial de los de Curitiba preocupó durante unos minutos a los locales, que querían evitar una imagen vista en otras ocasiones, Racing volvió a ser Racing, adueñándose -ni siquiera controlando, adueñándose- del partido y quedando a tiro del cuarto gol, que llegó mediante Martirena, que cazó un rebote y volvió a dejar volando a Mycael, que solo embelleció la conquista con su esfuerzo (77').

El resto fue anécdota y goce para la Academia (salvo el descuento de Christian, apenas adelantado, en tiempo añadido), que jugó un partido brillante y apabulló a un respetable equipo brasileño, que deambula en el campeonato y no pudo encontrarle nunca la vuelta con su nuevo director técnico.

En semifinales, las primeras para el club desde la Libertadores 1997, en la que el sueño finalizó ante Sporting Cristal, llegará el Corinthians de Ramón Díaz, que se reforzó con el neerlandés Memphis Depay y vapuleó en cuartos a Fortaleza (5-0).

Esos partidos, así como los de Lanús, verdugo de Independiente Medellín por penales, y Cruzeiro, que sacó a Libertad, tendrán lugar durante las últimas dos semanas de octubre, con la final de Asunción pautada para el sábado 23 de noviembre.

La semi se jugará primero en San Pablo y luego en Avellaneda, ya que Racing fue el mejor primero de la fase de grupos (el Timao, el segundo mejor), pero antes la Academia deberá volver a enfocarse en el Torneo de la Liga, donde en las próximas semanas enfrentará a Platense, el líder Vélez y Defensa y Justicia. Porque aunque Costas, Costitas, lo vivió como si fuera el último, este jueves quedó claro que no lo fue.

"Hace mucho tiempo que la vuelta yo quiero dar. Este año, Academia, no me podés fallar", cerró el Cilindro, un jugador más, al unísono. Tres partidos separan al Racing de Costas del anhelado título internacional, el que esperan desde la Supercopa Sudamericana 1988.