Lanús venció a Fluminense por 1-0 gracias al gol de Marcelino Moreno en la ida de los cuartos de final de la CONMEBOL Sudamericana. El partido tuvo pocos remates al arco, pero el local golpeó en el epílogo de la mano de su mejor jugador y cosechó un resultado positivo para lo que será la vuelta en Rio de Janeiro.
Durante los primeros minutos del partido, ambos equipos intentaron imponer sus condiciones. Lanús trató de encontrar a Marcelino Moreno y Toto Salvio, mientras que Fluminense se apoyó en su atacante más peligroso: Kevin Serna. Las buenas intenciones de los dos cuadros generó un inicio de cotejo de ida y vuelta, sin mitad de cancha. Los jugadores mencionados del plantel de Mauricio Pellegrino fueron los más peligrosos en los instantes iniciales.
Al buen comienzo de la dupla Salvio-Moreno, se le sumó Sasha Marcich, un jugador fundamental tanto en defensa como en el ataque para Lanús. El lateral izquierdo fue el factor sorpresa para el local, que con el correr de los minutos poco a poco logró someter en los 20' iniciales a Flu. Sin embargo, el cuadro carioca siempre fue una amenaza: Carlos Izquierdoz realizó un cruce fundamental que pudo ser el primero de la visita un poco antes de la primera media hora de juego.
Pero Fluminense fue inteligente: cuando Lanús comenzó a sentir el desgaste de los primeros 25', serenó el juego con la pelota bajo la suela en su propio campo y la mitad de la cancha. Hércules se animó a probar en la finalización de una de las combinaciones de toque-toque de Flu, pero su remate salió desviado respecto al arco que custodió Nahuel Losada.
Lanús comenzó el chico como el dueño de la pelota, pero gastó energía y Fluminense, un equipo experimentado para 'batallas' internacionales en los tiempos modernos, con un simple y prolijo trabajo, se apropió del juego y los tiempos. El Granate cayó en la trampa del visitante, por lo que el equipo de Río de Janeiro concluyó con buenas sensaciones la primera parte que resultó 0-0.
En el comienzo del complemento, Lanús intentó recuperar la versión que había mostrado en los primeros minutos del partido. Sin embargo, Fluminense se las ingenió para neutralizar las ideas de los dirigidos de Mauricio Pellegrino, que en durante los primeros 20' de la parte final no consiguió incomodar a Fábio. Fue determinante la línea defensiva del Flu, que liderada por Thiago Silva, fue una pared en cada avance del local.
Falto de tiros al arco, Mauricio Pellegrino decidió mandar al campo de juego a Walter Bou para volver a preocupar al cuadro que dirige Renato Gaúcho. El exBoca Juniors le devolvió la idea al DT del Granate con un remate fuerte desde afuera del área. Sin embargo, le salió al medio y el golero visitante controló sin problemas. Dylan Aquino también fue un ingreso positivo para el local, pero sus buenas intenciones no alcanzaron como para romper el marcador.
A diferencia de cómo terminó la etapa inicial, Fluminense no continuó con el crecimiento de su juego en la parte final. Renato Gaúcho intentó reanimar a sus dirigidos, pero ni las modificaciones cambiaron la baja sintonía de su equipo, que en la parte final jugó para aguantar el cero de cara al desquite en Río de Janeiro. Y lo terminó pagando caro.
Porque el pálido partido tenía preparado el capítulo más glorioso para el minuto 44 de la parte final. Marcelino Moreno, uno de los mejores jugadores de Lanús en los últimos tiempos, aprovechó una gran combinación entre Eduardo Salvio y Dylan Aquino, concluyó un buen contragolpe y marcó el 1-0 sobre Fluminense. Un minuto después, el 10 del Granate y el Toto fueron sustituidos: recibieron la ovación de todo el estadio.
Lanús, a diferencia de Fluminense, no se conformó con el 0-0 pese a los pocos remates en el compromiso y, de la mano de su mejor jugador, consiguió el buscado triunfo en el minuto 44 del segundo tiempo. Ahora, el Granate viajará a Río de Janeiro con una ventaja que deberá defender para meterse entre los cuatro mejores de la Copa Sudamericana por segundo año consecutivo.
