Randall Porras dio detalles en la conferencia de prensa posterior al encuentro frente a Sporting
En Guadalupe pegaron el grito al cielo ante las entidades correspondientes en el fútbol de Costa Rica pues aseveran que el entrenador, Walter Centeno fue víctima de gritos homofóbicos y discriminatorios ayer en el partido frente a Sporting.
Randall Porras, asistente del equipo guadalupano brindó detalles en conferencia de prensa sobre lo que aconteció en el Estadio Ernesto Rohrmoser ayer por la noche, un encuentro que terminó 4 – 2 a favor del Sporting.
La mano derecha de ‘Paté’ aseveró que durante gran parte del partido, la barra albinegra llamada “La 14” insultó en gran parte del juego al legendario exfutbolista de la selección de Costa Rica, y los árbitros no activaron el protocolo debido para controlar la situación.
“Tenemos que poner un alto a esta situación, hay un país dentro de nuestra misma zona que ha tenido muchos problemas por una situación que se les ha salido de las manos”, dijo Porras, recordando la sanción impuesta a México por gritos discriminatorios.
Randall Porras dice que en el Estadio de Rohrmoser se tendría que haber activado el protocolo para detener estos insultos, el cual indica hablar por los alto parlantes y advertir a los presentes para que se detengan.
“Yo lo pongo en este contexto, si a nivel internacional sabemos lo que está pasando en el fútbol mexicano que gritan una palabra tras un saque de puerta y son sancionados, acá gritaron más de ocho veces un mismo coro y la gente se ríe y el cuarto árbitro se ríe y otras personas se ríen”, mencionó.
Para finalizar, Porras dijo que en el fútbol existe el espacio para bromas, y es normal, sin embargo, algunas sobrepasan las líneas de respeto, y para él, esta fue una de ellas.
“Después reaccionaron cuando les dijimos que hay un protocolo que se debe de activar, pero en el segundo tiempo lo volvieron a repetir y no sé por qué no activan el protocolo. Somos un país donde se vacila mucho dentro de un estadio, pero cruzar la línea del respeto y discriminar a otros no se vale”, aseveró.
“A ninguno nos gustó, nosotros y en este caso mi persona se lo hice ver al cuarto árbitro y al comisario, porque además de mi jefe es un compañero de trabajo y si ustedes escucharan a cualquiera otra persona sufrir una discriminación de ese tipo ya sea por su color, religión o sea cual sea, fue muy evidente para que no se activara el protocolo”, explicó.
“Los que nos dijeron es que iban a activar el protocolo si vuelve a pasar, pero es que volvió a pasar y no se activó”, finalizó.