Los liguistas consideran tener las herramientas para salir adelante en la serie que llevan 1-0 contra Saprissa
Nada queda al azar en la Liga Deportiva Alajuelense donde todavía no tiran campanas al aire por vencer a Saprissa en la ida de la final del Clausura 2024 y ahora saben que irán a San Juan de Tibás donde les espera un ambiente hostil.
Los rojinegros tienen presente que el estadio jugará su partido, más de 18 mil aficionados colmarán el reducto morado y que con cánticos, gritos y apoyo incesante buscarán dar un valor agregado a su equipo y a la vez generar un poco de intimidación a los visitantes.
Jonathan Moya conoce bien esta forma de vivir del Saprissa, por muchos años fue delantero morado y entiende a los elementos que apelarán en la acera del frente, por lo que desde ya está listo y tiene en mente como contrarrestar ese ímpetu que vendrá desde las gradas para que él y sus compañeros se vean fortalecidos.
“Hay que darle vuelta, verlo como una motivación para nosotros de estar en las puertas de jugar una gran final, si le preguntas a los compañeros ninguno te va a decir que tiene miedo, más bien van a decir que tienen ganas de jugar en un escenario así”, indicó el delantero.
Los manudos no cometerán imprudencias, en primer lugar saben que con el gol anotado por Joshua Navarro ya tienen la balanza inclinada a su favor, para algunos puede ser mucho o puede ser poco, pero puede ser suficiente si la hacen valer ya sea para defender o para aumentar la cuenta.
“Ellos son fuertes allá y somos conscientes que van a jugar con su afición. Nosotros estamos tranquilos, tenemos que plantear un buen partido porque un 1-0 nos puede beneficiar si hacemos las cosas bien”, manifestó.
En esta serie, Alajuelense todavía no puede optar por ganar el título, pero están determinados a sacar un resultado que lleve a jugar la gran final y ahora sí quedar en igualdad de condiciones que Saprissa para definir el campeón de Costa Rica.