Mientras Alajuelense ratificó a Óscar Ramírez, en Saprissa surgió tensión al consultar por la continuidad de Vladimir Quesada
Mientras en Alajuelense el mensaje es de respaldo absoluto, en Saprissa el tema de la continuidad del cuerpo técnico volvió a generar ruido.
La diferencia quedó marcada este domingo, cuando Carlos Vela, gerente deportivo rojinegro, ratificó públicamente a Óscar Ramírez, al tiempo que Erick Lonnis protagonizó un tenso intercambio con un periodista al ser consultado por el futuro de Vladimir Quesada.
Desde el campamento manudo no hubo rodeos.
Vela fue claro al referirse al Machillo, a quien defendió sin condiciones. “Yo cuento con Óscar 100%, es un referente, ha hecho un gran trabajo y ha potenciado al equipo. Por mi cabeza no pasa su salida”, afirmó, dejando un mensaje de estabilidad previo a la final del Torneo de Apertura.
El contraste se dio en Tibás.
En la previa del partido entre Saprissa y Cartaginés, Lonnis, quien lidera el Comité Deportivo morado, tuvo un fuerte encontronazo con el periodista Anthony Porras cuando fue consultado sobre si Vladimir Quesada continuará al frente del equipo más allá del título.
La pregunta detonó una discusión pública en zona mixta, en la que Lonnis cuestionó el momento y la intención del planteamiento. “¿Por qué hacer una pregunta así hoy? ¿En qué ayuda al espectáculo?”, respondió inicialmente, visiblemente molesto, antes de insistir en que ese tipo de interrogantes afectan la estabilidad institucional.
El intercambio fue subiendo de tono conforme avanzó la conversación. Lonis reprochó que se pusiera en entredicho el proyecto deportivo del club y defendió el legado del actual entrenador. “Vladimir es uno de los técnicos más ganadores en la historia del Saprissa”, señaló, antes de dar por terminada la entrevista con el comunicador.
El episodio dejó en evidencia dos realidades distintas a días de disputar la final. Mientras Alajuelense refuerza su discurso de continuidad y confianza plena en su entrenador, en Saprissa el tema del futuro de Quesada sigue siendo sensible, incluso en medio de una campaña que mantiene al club en la pelea por el título.
La final del miércoles no solo enfrentará a los dos equipos más grandes del país en la cancha, sino también a dos estilos de gestión que hoy se comunican de manera muy distinta.