Octavio Rivero, delantero de Barcelona, puso en duda su continuidad en el club, ante los problemas recientes. Los jugadores reclamaron que están impagos durante cuatro meses, lo que motivó una dura respuesta del presidente, Antonio Álvarez.
“Un año bastante complicado. Se terminó de la peor manera con la noticia que recibimos de nuestro compañero y en mi caso, mi amigo Mario (Pineida). Eso sumado a la situación del club. No terminamos como hubiésemos querido; nos vamos tristes, porque la situación es complicada”, dijo el jugador.
Más allá de tener contrato vigente, el uruguayo analizará su continuidad: “La situación es insostenible; con mis compañeros la hemos pasado mal. Así es muy difícil seguir. Yo tengo contrato hasta 2027. Ahora quiero desconectar un poco, porque el último tiempo fue intenso, sobre todo con lo de Mario, que me afectó bastante. Hay que ver qué va a pasar”.
El jugador repasó lo ocurrido, pero mantiene su intención de ganar títulos: “Todo se fue desdibujando en el final del año, porque la situación que atravesamos afecta a todos. Hay que hablar bien, pensar bien las cosas que quedan por delante. Hay que estar convencidos de las cosas que pueden venir para el futuro y lo que sigue, que es salir campeón”.
También se refirió a lo mencionado por el presidente, en respuesta al reclamo de la plantilla: “No existió ningún diálogo. Es difícil tenerlo y recomponer la relación, porque fue algo grave que molestó a todos los jugadores. Es desagradable para todos; es una situación incómoda estar en un grupo de trabajo así”.