<
>

Militao, la férrea apuesta personal de Florentino Pérez que se convirtió en el muro impasable del Real Madrid

MADRID -- La de Éder Militao no es una historia nueva ni, mucho menos, desconocida para el madridismo: “La gente no tiene memoria, pero hubo un caso muy parecido hace no mucho tiempo”. Intrigado, este redactor preguntó a una de sus fuentes dentro del Real Madrid para saber con exactitud a qué se refería: “Pues muy fácil, haz memoria y piensa en un jugador desconocido que cuesta mucho dinero y de cuyo rendimiento se duda desde el principio...”.

Militao es el defensa más regular del Real Madrid en la presente temporada, ya que ha jugado los ocho partidos de Champions y solo se ha perdido dos de los 28 de Liga, el más reciente ante Real Mallorca, por una gripe de la que ya se recuperó, por lo que volverá a su puesto titular para el Clásico ante el Barcelona.

La narrativa de Militao con el Real Madrid es, como esa misma fuente madridista relata a ESPN, algo que ya ha ocurrido otras veces en el Santiago Bernábeu. El brasileño llegó del FC Porto por 50 millones de euros sin tener un nombre a nivel europeo y, tras un primer año de adaptación complicada, cumple su tercera temporada en el club para convertirse en uno de los cinco mejores centrales del momento.

Su camino no fue fácil porque el primer año fue objeto de continuas burlas por parte de un sector de su propia afición y la de los rivales también. Sin embargo, compañeros de vestuario deslizan a ESPN que “nunca le afectaron ni las mofas, ni las críticas”, ya que, según estos jugadores, “es un ganador nato y le gusta entrenar y superarse, sólo se centra en eso”.

Cuando Militao llegó al Real Madrid, recibió el aval público de Iker Casillas, leyenda del club y ex compañero su yo en el Porto, que dijo del defensa que “acabará saliendo barato”. Nadie le conocía bien. De hecho, los primeros informes recibidos desde Portugal fueron de asombro por la gran apuesta que Florentino Pérez realizaba en el central.

Y es que el propio presidente, conocedor mejor que nadie de lo que se cuece en el club y en su historia, tuvo un empeño personal en contratar a Militao: “Lo vio jugar varias veces y dijo que, por su velocidad, había que ficharlo”, desvela una fuente interna a ESPN. Y así fue.

Los 50 millones se pagaron, Militao se montó en un avión rumbo a Madrid y el presidente del Porto, Pinto da Costa, empezó a aplaudir pensando que había hecho una grandísima operación. Seguramente estuviera en lo cierto, aunque si llega a aguantar un poco más al central, quizá hubiera “rascado” algún millón más...

El propio máximo mandatario del Porto sabe por qué. Esto nos lleva al inicio del artículo. Corría el mes de julio de 2007 y un tal Képler Laverán Lima Ferreira llegaba al Real Madrid procedente de Do Dragao por 30 millones de euros. Su precio indignó al madridismo y a todo el entorno del club: “¿A dónde vamos gastando semejante millonada en un central que no conoce nadie?”, se preguntaban varios medios de comunicación de la época. El responsable de su fichaje, Pedja Mijatovic, pidió entonces el mismo margen que hace dos años se pidió por Militao.

Y Mijatovic tuvo razón: aquel jugador desconocido se convirtió en uno de los mejores defensas centrales de la historia blanca, pero con el sobrenombre de “Pepe”, pareja infatigable de Sergio Ramos. Ahora lo entienden, ¿verdad?

Todavía es pronto para establecer comparaciones porque Militao acaba de llegar, pero su progresión va en aumento y su cotización se ha disparado a los 80 millones de euros en apenas dos temporadas. Su rapidez y su contundencia siguen asombrando a media Europa y sus ganas de crecer sorprenden día a día a un club que, como pasó a su llegada, pide calma para saber su techo. De lo que sí están seguros en el Santiago Bernabéu es que, como continúe como hasta ahora, Militao se codeará con los mejores de la historia madridista.