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La afición abandona al Barça en el Camp Nou, a pesar del anticipado regreso de Ansu Fati

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¡Sufrido triunfo de Barcelona sobre Mallorca! (2:38)

El elenco de Xavi se impuso 2-1 como local con tantos de Depay y Busquets. Raíllo Arenas descontó para los Bermellones para quedar a un paso de garantizar su clasificación a la UEFA Champions League 2022-2023. (2:38)

El Barcelona sigue jugando en familia. O casi. Y los llamamientos del propio presidente Joan Laporta, animando a la afición a llenar las gradas del Camp Nou "porque nos estamos jugando mucho", caen en saco vacío porque la hinchada sigue sin responder.

Unos 62 mil 789 espectadores se dieron cita en el estadio ante el Mallorca, algo más de los apenas 57 mil que acudieron a los partidos frente a Cádiz y Rayo Vallecano. Pero confirmando una tendencia que debería preocupar en el club, considerando el retorno de Ansu Fati, que no formaba parte de una convocatoria desde el 20 de enero en la Copa del Rey.

Xavi prefiere, como suele hacer, elogiar el ánimo de los que acuden, afirmando que "es un espectáculo como nos animan, su apoyo..." y no entra en el análisis de los asientos, muchos, que se quedan vacíos. "Lo que debemos hacer es animarles a que vuelvan" se limitó a decir, sin más, este domingo tras el duelo frente al Mallorca, sin más consideraciones.

Pero la realidad es la que es. De los 17 partidos de Liga que ha disputado el Barça esta temporada como local solamente uno, el Clásico frente al Real Madrid, congregó a más de 80 mil espectadores (86 mil 422). Se superaron por poco los 74 mil ante Espanyol y Atlético de Madrid, se alcanzaron los 76 mil contra el Sevilla... Y en los 13 restantes no se llegó a los 70 mil.

Ya sean los horarios, los precios, la ausencia del Seient Lliure o, también, los más de 26 mil abonados que se acogieron a la excedencia esta temporada... La realidad es que la grada del Camp Nou se contempla a cada partido más deslucida y vacía, con un público animoso y ocupado en seguir las directrices del grupo de animación (que este domingo apenas si ocupó la mitad de su espacio reservado), acordándose del Madrid y del Espanyol, aplaudiendo lo que sea menester y protestando, mucho, tanto las pérdidas de tiempo del rival (algo que siempre ocurrió) como cualquier falta cometida sobre cualquier jugador del Barça.

Algo ha cambiado en el universo barcelonista desde la pandemia por el coronavirus y no vale, solo, con aludir a la ausencia de Leo Messi para explicar esta desafección que sufre el equipo azulgrana en el estadio. En los tres primeros partidos de la temporada (Real Sociedad, Getafe y Granada) no se llegó a los 35 mil espectadores y el Valencia, un rival que siempre provocaba grandes entradas, apenas citó a 47 hinchas en la grada, allá por el mes de octubre.

Se explicó el tema de las restricciones de público para argumentar la falta de presencia en las gradas, lo que fue cierto en los primeros meses... Pero con el fin de estas restricciones nada parece haber cambiado. Se diría que al contrario.

En plena racha de buenos resultados, ya con Xavi y cuando se quiso hasta vender por algunos entornos que se podía luchar por el título, el duelo ante el Athletic no congregó ni a 70 mil aficionados... que apenas fueron 54 mil contra el Osasuna.

Lo sucedido en los tres últimos duelos ha acabado por confirmar esta expectativa negativa... que ni en la Champions fue distinta: 39 mil aficionados contra el Bayern, 45 mil contra el Dynamo (cuando aún había restricciones) y 49 mil ante el Benfica y que apenas mostró mejor ambiente en los tres partidos de Europa League, con 73 mil aficionados ante el Napoli, solo 61 mil contra el Napoli y 79 mil en la noche del Eintracht de Frankfurt... en que más de 30 mil eran alemanes.

Algo ocurre en el Barcelona y en el Camp Nou... Y mirar a otro lado, limitándose a elogiar el ánimo y cánticos de la grada de animación no parece ser lo único interesante a destacar.