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Slim, Lovato, Orantes, Luhnow... magnates 'made in México' del futbol español

Clubes como el Oviedo, el Salamanca, el Badajoz, el Sporting o el Leganés han sido captados por los empresarios mexicanos.

Carlos Slim, Manuel Lovato, José Luis Orantes, Alejandro Irarragorri o Jeff Luhnow son los nombres de los magnates "made in México" que han desembarcado en los últimos años en el fútbol español. Clubes como el Oviedo, el Salamanca, el Badajoz, el Sporting o el Leganés han sido captados en sus redes y son una oportunidad de negocio y visibilidad que no han dejado escapar.

En España, figuras como las de Sheikh Mansour (Manchester City) o Nasser Al-Khelaïfi (París Saint-Germain) no han cuajado bien en Primera División. De momento, los tres grandes clubes de España, el Real Madrid, el Barcelona y el Atlético, no han sido comprados por grandes grupos inversores o por magnates que sí han conseguido hacerse con otras grandes entidades del fútbol europeo.

Sí existen aventuras en la máxima categoría del fútbol español que no han tenido finales felices (al menos, de momento). En la actualidad, el Valencia, propiedad del singapurense Peter Lim, nada en la convulsión institucional casi constante desde 2014; el Granada, controlado por un accionista mayoritario como Daxian 2009, bajo el amparo del grupo de inversión chino Wuham DDMC, perdió la categoría este año.

El Málaga, bajo la dirección desde 2010 del jeque catarí Nasser Al Thani, vivió momentos de gloria tras alcanzar unos cuartos de final de la Liga de Campeones en 2013. Después, bajó a Segunda División y ahora hasta pelea por no perder la categoría.

Los experimentos desde la elite no han funcionado y, tal vez, la fórmula de los magnates mexicanos sea empezar desde abajo con un equipo deprimido al que elevar a los altares. Ese sistema, de momento, ya le ha funcionado al Almería, que disfrutó este curso del ascenso a Primera bajo el mando del jeque Turki Al-Sheikh, que llegó al club en 2019 y consiguió el ansiado ascenso en su tercera temporada.

CARLOS SLIM, EL PIONERO

Ese es el objetivo de los clubes que ahora están bajo el control de grandes empresarios mexicanos. Y, el primero, el pionero en desembarcar en el fútbol español, fue Carlos Slim, que apareció de la nada en 2012 para rescatar al club asturiano con dos millones de euros procedentes de su empresa Inmobiliaria Carso que evitaron que el Oviedo incurriera en una causa de disolución cuando estaba en Segunda División B. Además, se hizo con la mayor parte del accionariado, que este martes cedió a Grupo Pachuca (quedando el grupo encabezado por Jesús Martínez Patiño con el 51% de las acciones, Grupo Carso con el 20%, y el 29% de accionistas).

Desde entonces, el club asturiano ha seguido un recorrido ascendente sin llegar a explotar. En la campaña 2014/15 dio un paso hacia arriba tras conseguir alcanzar la Segunda División. A lo largo de siete temporadas, se le ha resistido subir de categoría: ha quedado noveno, octavo y séptimo en dos ocasiones, decimoquinto y decimotercero.

Jamás ha logrado siquiera disputar las eliminatorias por el ascenso a las que solo pueden acceder los seis primeros clasificados. Pero, en este tiempo, Carlos Slim a través de Inmobiliaria Carso, ha dotado de estabilidad institucional al club. De hecho, en 2019, reportó ganancias por 1,9 millones de euros. Sólo necesitan un ascenso, después de más de dos décadas sin jugar en Primera División, para poner la guinda.

MANUEL LOVATO, UN PROYECTO (HASTA EL MOMENTO) FRACASADO

Por Salamanca, una ciudad con mucha tradición futbolística pero que no saborea la elite desde hace décadas, apareció en 2018 Manuel Lovato. A través de su empresa, Desarrollos Empresariales Deportivos, llegó al Salamanca UDS para colocarse en la presidencia y comenzar de forma esperanzadora con un ascenso a Segunda División B.

Las tres siguientes temporadas supusieron un frenazo para su proyecto. En la 2019/20, fue decimotercero y se salvó en la última jornada; en la 2020/21, noveno; y la pasada, acabó en la decimoquinta posición para descender de nuevo a la Tercera RFEF, la quinta categoría del fútbol español. Jugó con fuego varios años seguidos y se acabó quemando.

Lovato tiene fama de evitar las apariciones públicas. Ni siquiera estuvo presente en El Helmántico para ver en directo la última y decisiva jornada. Su equipo ganó al Compostela, pero otros resultados le hicieron perder la categoría. Al principio intentó levantar el proyecto comprando el mítico estadio del club por un millón de euros, por el club ha vivido en un caos organizativo y con polémicas ante los medios de comunicación con vetos e impagos a algunos trabajadores.

ORANTES, LUHNOW E IRARRAGORRI, LOS ÚLTIMOS EN LLEGAR

Slim y Lovato tendrán continuidad a partir de la próxima temporada. Tres nombres, José Luis Orantes, Alejandro Irarragorri o Jeff Luhnow se harán cargo del Badajoz, el Sporting y el Leganés, respectivamente, aunque el segundo aún no es oficial. Pero, salvo sorpresa de última hora, se pondrá al frente del club asturiano. Los tres, tienen un duro trabajo por delante.

Todos, como Slim en el Oviedo y Lovato en el Salamanca UDS, han apostado por empezar en un escalón por debajo de la Primera División. Y, el primero de ellos en llegar, por apenas unas horas, ha sido Jeff Luhnow, que este jueves se convirtió en el dueño del Leganés de Segunda División tras catorce años en el poder de Victoria Pavón y Felipe Moreno y después de adquirir el 99,1 por ciento de las acciones del club madrileño.

Luhnow es propietario de la compañía Blue Crow Sports y tiene experiencia en otros clubes de fútbol (también preside el Cancún FC de México. Además, revolucionó con sus sistemas de análisis la liga estadounidense de béisbol en el St. Louis Cardinals y en los Astros de Houston.

La idea del ingeniero mexicano-estadounidense, según afirmó en sus primeras declaraciones, será dar impulso al Leganés a través de la cantera y del 'big data'. Y, todo a largo plazo. El objetivo, será regresar a Primera División después de dos años insulsos en Segunda.

"Hemos seguido al Leganés durante largo tiempo y era el club que queríamos. Queremos ganar cada partido, pero el éxito no es a corto plazo. Si solo haces eso, sacrificas el futuro por el presente. Eso no significa que el reto no sea ganar siempre y ganar la liga en cualquier categoría. Pero necesitamos competir de otras maneras a lo grandes, siendo más listos y más ágiles e invirtiendo en cantera", dijo Luhnow en sus primeras declaraciones a la prensa.

Casi a la vez que Luhnow, el empresario José Luis Orantes, desembarcó en el Badajoz como accionista mayoritario (59,85 por ciento) a través de Atlantis Capital como dueño de Lanuspe SL al 60 por ciento. El otro 40, será para el grupo Oliver, que tendrá representación en el accionariado. Su cabeza visible, será el abogado Diego García.

De este modo, el 99,75 por ciento del capital social del Badajoz será de Lanuspe, que se reparte entre el 59,85 por ciento de Atlantis Capital y el 39,90 del grupo Oliver. El 0,25 queda en manos de pequeños accionistas.

Orantes no es ningún desconocido en el mundo del fútbol. Como Luhnow, tiene experiencia en varios clubes de su país. El Saltillo FC, el Cancún FC, que vendió, precisamente, a Luhnow, han conocido la gestión del empresario mexicano, que, ahora, en el Badajoz, intentará subir a Segunda División, su techo histórico.

Y, en las próximas horas, se hará la oficial la compra del Sporting por parte de Alejandro Irarragorri, máximo responsable del Grupo Orlegi, dueño del Santos y del Atlas de la Liga de México. Este viernes, con la autorización del Consejo Superior de Deportes (CSD) para efectuar la compra, viajó a Gijón para hacer efectiva la adquisición de títulos de Javier Fernández, actual máximo accionista y presidente del club asturiano.

Irarragorri se encontrará a un club deprimido después de una temporada aciaga en la que peleó casi hasta el final por no perder la categoría. El Sporting, un histórico de Primera División, acumula cinco temporadas en Segunda tras perder la categoría en el curso 2016/17.

Tendrá la titánica tarea de devolver la gloria a un club que vivió su etapa más exitosa a finales de los años setenta y a principios de los ochenta del siglo pasado. El mítico Sporting de Quini, Joaquín, Cundi, Ferrero o Mesa, llegó a quedar segundo en la temporada 1978/79 y jugó dos finales de la Copa del Rey en 1981 y 1982.

De momento, Irarragorri deberá armar un buen equipo para competir en Segunda. Igual que su máximo rival, el Oviedo, también en manos de otro mexicano, Carlos Slim, que acumula años sin conseguir devolver a su equipo al sueño de Primera. Los derbis asturianos ahora también tendrán un componente mexicano inimaginable hace años, pero real en 2022. Igual de real que el desembarco de magnates procedentes de México en el fútbol español, el "Dorado" ya descubierto pero poco explotado.