MADRID -- El acierto reciente del Real Madrid en los fichajes es de elogio. Tras la eclosión de Vinicius Junior el año pasado, esta temporada parece tocarle a Rodrygo.
El “otro brasileño”, que le llama algún socio del Madrid se ha convertido en el socio perfecto de Vinicius y de Karim Benzema, así como también en el goleador tapado que nadie esperaba.
El verano fue largo en cuanto a rumores, pero no en cuanto a noticias. Desde ESPN nos empeñamos en enfrentarnos al hype del mercado de fichajes anunciando, desde el mes de junio, que el Madrid sólo ficharía a un recambio de Benzema en caso de encontrar una opción buena, bonita, barata y que convenciera.
Sobre todo, lo último. ¿Por qué? Pues por lo que una de las fuentes que me adelantó aquello dijo a final de la temporada pasada: “En cuanto Rodrygo tenga continuidad, todos a callar”.
Cuando se hacen las cosas mal, se dice. Cuando se hacen las cosas bien, también. Y Rodrygo tiene una pintada increíble. Más allá de sus números, por todos conocidos, el brasileño llegó a Madrid de puntillas, sin hacer ruido y sin más carta de presentación que sus entrenamientos: “El tío parece pequeño, pero es que nos mete buenas castañas para anticiparse al balón”, comentó a ESPN un defensa que sufre sus acometidas en cada sesión.
Un rival que jugó contra el “otro brasileño” contó, off the récord, en la mañana de ayer a ESPN que es “muy difícil cubrirlo por su rapidez de movimientos e intuición: cuando vas a girar, él ya te está esperando”.
Si además le añadimos que ha sido uno de los culpables de hacer olvidar a Benzema, pues la cuadratura del círculo estaría completada. El futuro deparará su techo, pero el señor Goes apunta maneras y las confirma cada fin de semana.
A pesar que contra el Shakhtar no fue el día soñado del madridismo y que salió tocado (sin importancia) del mismo, Vinicius puede estar tranquilo porque su socio ha derribado la puerta de la titularidad y ha convencido a Ancelotti por delante de Asensio o del propio Eden Hazard.
Qué curioso es el fútbol… Si nos dicen hace 2 años que Hazard no jugaría ni un sólo minuto, de nuevo, en un partido de Champions League y que Rodrygo sería una de las estrellas del inicio de temporada del Madrid muchos no nos lo creeríamos. Pero es lo bonito del fútbol y, en este caso, del club blanco. Lo de la defensa lo dejamos para la próxima semana, que urge más…