El Real Madrid se impuso en Cádiz por 2-0 camino del partido de Vuelta de los cuartos de la Liga de Campeones en Stamford Bridge ante el Chelsea y demostró que no piensa dejarse ir en LaLiga pese a la tremenda desventaja que tiene respecto al líder Barcelona.
Cuatro días después de la victoria ante el cuadro londinense en el Santiago Bernabéu por 2-0, con rotaciones importantes en el 11 inicial de Carlo Ancelotti, sin la gran figura del momento en el equipo blanco, el brasileño Vinicius, al cuadro madridista le costó sacar el partido adelante, pero tan sólo fue por su absoluta falta de acierto ante el meta David Gil, que por otra parte tuvo una actuación estelar.
Aunque fue el uruguayo Luis Alfonso 'Pacha' Espino el primero que creó peligro con un disparo al palo de la meta del belga Thibaut Courtois, el encuentro fue un asedio del Real Madrid, que dispuso de numerosas oportunidades claras de gol. La madera, las paradas de David Gil y los propios errores en el remate impidieron a los hombres de Ancelotti decantar el partido hasta el tramo final.
Tuvo que esperar más de 70 minutos para conseguir lo que ya parecía imposible, marcar. Tuvo que ser Nacho Fernández, que acababa de pasar del lateral izquierdo al derecho tras la entrada de Eduardo Camavinga, el que, con un disparo desde fuera del área, batiera a David Gil. Y casi de inmediato Marco Asensio dio la puntilla, aunque El Cádiz, necesitado de los puntos en su lucha por la salvación, no se rindió y quiso meterle picante al final, pero sin éxito.
Al final, objetivo cumplido para el Real Madrid. Ancelotti pudo dar descanso a buena parte del 11 que jugará en Stamford Bridge y se lleva un triunfo que le deja a diez puntos del Barcelona y con cinco de ventaja sobre el Atlético de Madrid, si bien los dos jugarán este domingo ante El Getafe y El Almería, que también se debaten en la zona delicada y precisan la victoria para alimentar su sueño de permanencia.