Mientras las obras del Camp Nou avanzan al ritmo esperado y en el Barcelona se mantiene el reto de regresar a su casa en noviembre de 2024 (aunque con un aforo todavía limitado), el traslado del primer equipo al Estadi de Montjuïc cerró la campaña de abonos para sus asociados con una cifra muy por debajo de la esperada. Solamente 16.864 socios adquirieron el pase para la temporada 2023-24, muy lejos de las 27.385 plazas ofertadas por la directiva.
Si cuando se abrió el plazo para los abonados la directiva de Joan Laporta recibió fuertes críticas tanto por el precio como por el considerado bajo número de plazas ofertadas, ni la rebaja a la mitad de los importes de los abonos ni la ampliación del plazo recibió la respuesta esperada.
Contando que en el Camp Nou, la última temporada, habían cerca de 84.000 abonados, y que el total de socios (incluyendo los no abonados) que viven en Catalunya son, de acuerdo al censo oficial de junio de 2022, un total de 131.190, solamente un 12,85 por ciento respondió a la llamada del club, a la que se sumó, otra vez, el jueves Xavi Hernández pidiendo el máximo apoyo en este incómodo desplazamiento que durará al menos 16 meses.
La incomodidad, la imposibilidad de acudir hasta el Estadio en coche particular, los horarios... Las razones para explicar la baja respuesta de los aficionados y descubrir que de las 40.103 localidades con visibilidad total en Montjuïc apenas un 42 por ciento estarán ocupadas por socios (cuando en el Camp Nou era de casi un 88 por ciento)han sido variadas pero han supuesto una decepción para la directiva de Joan Laporta, aunque económicamente pueda contemplarse con otros ojos por cuanto aumentarán los ingresos por venta de entradas, de momento más de 23 mil.
También se contempla como un freno, importante, la desaparición del 'Seient lliure', una oferta por la cual los abonados podían ceder sus asientos en el Camp Nou y ser bonificados por el club, algo que no ocurrirá en Montjuïc. Fuentes de la directiva de Joan Laporta revelaron a ESPN Deportes, que habitualmente más de 40 mil abonados utilizaban este servicio, aprovechando el club para vender las entradas con el beneficio económico que ello significaba a pesar de contemplar unas gradas a menudo pobladas por turistas.