BARCELONA -- Luis Figo reniega de su pasado azulgrana. Cuando se cumplen 23 años de su presentación como futbolista del Real Madrid su nombre sigue siendo maldito alrededor de un Barcelona donde nadie, o casi nadie, le perdona lo que se consideró la mayor traición de la historia en el club.
Aquel 24 de julio de 2000 el que hasta semanas antes había sido capitán del Barça posó junto a Florentino Pérez y Alfredo Di Stéfano con el semblante cariacontecido, negándose a reconocer que se sentía madridista ("yo soy portugués") y comenzando a ser consciente de hasta qué grado aquel trasvase marcaría su figura. Y, también, la relación entre los dos clubs.
Muy a su pesar Figo no tuvo el control de la situación desde el momento en que su agente José Veiga se reunió con el entonces aspirante a la presidencia del Madrid Florentino Pérez y, teniendo plenos poderes para negociar en nombre del jugador, se pusieron de acuerdo.
Por más que proclamase que nunca ficharía por el Real y que "digan lo que digan, el 24 de julio me presentaré en el Camp Nou", sabía que eso solo sería posible si Lorenzo Sanz ganaba las elecciones a la presidencia del Madrid. Y en ello confiaba, como le aseguraron Veiga y, también, Paolo Futre, quien actuó como intermediario necesario en todo el asunto... con una comisión millonaria (se afirmó cercana a tres millones de dólares) que, claro, dejó en papel mojado su siempre figura de antimadridista.
"Cuando Florentino ganó las elecciones Figo se echó a llorar. La última cláusula especificaba que tenía que pagar 35 millones de euros al Real Madrid si Florentino ganaba y él incumplía el trato. Ni Veiga ni yo creíamos que Florentino fuera a ganar", descubrió años después Futre, cuando se iban conociendo detalles de aquel episodio que provocó un terremoto en el fútbol español.
El portugués fichó por el Madrid un día después de que Joan Gaspart ganase las elecciones a la presidencia del Barça y en apenas una semana los 60 millones de euros que ingresó por el pago de la cláusula de rescisión los utilizó para fichar a Marc Overmars, Emmanuel Petit, Gerard López y Alfonso Pérez, invirtiendo cerca de 83 millones que desembocaron en un fracaso deportivo mayúsculo...
Y aquel fracaso todavía provocó que la herida entre el barcelonismo fuera mayor. Porque Luis Figo no ha sido probablemente el trasvase más polémico y mediático en la historia del futbol, pero las formas, el fondo y todo lo que le rodeó ha quedado marcado en el Barça.