El Barcelona cerró el mercado de fichajes a todo ritmo. Acabó incorporando, como se esperaba, a Joao Félix y Joao Cancelo y para poder inscribir a los dos futbolistas portugueses la directiva tuvo que firmar un aval superior a los 10 millones de euros
El Barcelona cerró el mercado de fichajes con una última jornada a todo ritmo. Acabó incorporando, como se esperaba, a João Félix y João Cancelo y para poder inscribir a los dos futbolistas portugueses la directiva, con Joan Laporta al frente, tuvo que firmar un aval superior a los 10 millones de euros, según confirmó a ESPN Deportes una fuente de la entidad, y abrir la puerta de salida a otros dos futbolistas, Eric García y Abde Ezzalzouli.
Si la marcha de Ansu Fati al Brighton se concretó con el visto bueno de Xavi Hernández y la llegada de Cancelo era la principal prioridad del entrenador para reforzar como deseaba el lateral derecho, este cierre de mercado le dejó al técnico un regusto amargo por la marcha de Èric y Abde, jugadores ambos a quienes en persona el propio Xavi trasladó su intención de contar con ellos y no facilitar su salida.
Las necesidades del club, toda vez que no se pudo lograr el ingreso del fondo alemán Libero de 30 millones de euros por la adquisición del 16 por ciento de Barça Studios, le obligó contrareloj a cambiar el libro de ruta y contrariar al entrenador, quien también acabó aceptando la llegada de un Joao Félix al que hace menos de una semana el cuerpo técnico no consideraba esencial para su proyecto.
Se impusieron de esta manera las tesis de Joan Laporta, gran defensor del mediapunta portugués y al que Xavi deberá encontrar ahora acomodo en sus planes deportivos. Con la cesión de Èric al Girona (que se hará cargo de buena parte de su salario) y el traspaso del delantero marroquí al Betis (por algo menos de 8 millones de euros pero manteniendo el Barça el 50 por ciento de sus derechos) el club azulgrana logró hacer el espacio salarial suficiente en su plantilla para solventar todas las operaciones.
A ello ayudó, también, el traspaso ya cerrado con anterioridad de Ousmane Dembélé al PSG y las operaciones de Ansu y Lenglet, además de Sergiño Dest, todos ellos cedidos y cuya parte de sus salarios serán abonados en parte por los clubs de destino y el propio Barça.