La adaptación casi inmediata de Joao Félix en el Barcelona ha cumplido las expectativas y seguramente provocará que negocie su fichaje con el Atlético de Madrid.
BARCELONA -- El Barcelona ha descubierto, con asombro, que la adaptación de João Félix a su engranaje ha sido inmediata. Tres goles y dos asistencias (sin contar la que 'regaló' a Robert Lewandowski dejando pasar el balón) en cinco partidos han catapultado al futbolista portugués, cuyo futuro más allá del 30 de junio, reconoció a ESPN una fuente del club, empieza a ser motivo de estudio.
De estudio y de cálculos. Porque sin conocer la exigencia que puede presentarle el Atlético de Madrid por su fichaje sí la imagina y entiende que más pronto que tarde deberá negociar con el club colchonero.
"Es un jugador fantástico y lo está demostrando en el Barcelona. Si le va bien es bueno para nosotros", avisó en las horas previas al derbi madrileño Enrique Cerezo y en las oficinas del Camp Nou ya hay quien sostiene que si Joao Félix mantiene el nivel de trascendencia mostrado en sus primeros partidos como azulgrana sería conveniente no dilatar mucho en el tiempo las conversaciones entre los dos clubes.
El cambio que ha experimentado el futbolista portugués en los últimos meses no deja de ser sorprendente. Sentenciado por un Simeone con el que nunca se acabó de entender y cuya relación personal no ha sido la mejor, su cesión durante media temporada al Chelsea fue una operación también fallida. Si Graham Potter intentó adaptarlo al equipo, la llegada de Frank Lampard en la recta final del curso le apartó del escenario: solo fue titular una vez en aquellas ocho jornadas, se quedó un partido sin jugar y su trascendencia en el futbol blue fue inexistente.
Con 23 años cumplidos y cinco temporadas después de su eclosión en el Benfica la carrera de Joao Félix sufría durante el verano un estancamiento de difícil solución. Su agente, Jorge Mendes, tenía sobre la mesa propuestas exóticas del futbol árabe, pero el jugador, sabedor del interés de Joan Laporta, apostó fuerte por el Barça. Incluso sabiendo, por terceras personas, que Xavi Hernández lo valoraba pero no le tenía entre sus preferencias, Joao apostó abiertamente por el club azulgrana. Y su adaptación ha sido tan veloz como excelente.
De invisible, y casi se diría despreciado, en el Atlético, Joao Félix ha pasado a ser figura emergente, casi se diría que crack, en el Barcelona. La hinchada lo recibió con algarabía en Montjuïc y su respuesta a ese apoyo no se hizo esperar. Sin tener fijados aún, lógicamente, los automatismos que le debe exigir el entrenador, Joao Félix muestra una alegría, descaro y calidad en el futbol de ataque del equipo azulgrana que aventuran una temporada brillante.
Y provoca que, claro, en las oficinas se vayan haciendo cábalas acerca de cómo convertir esa cesión en un fichaje definitivo que, se sabe, no va a ser fácil en ningún sentido.