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Volver a Bilbao: locuras y anécdotas de Marcelo Bielsa en una ciudad que jamás lo olvida

Marcelo Bielsa llevó a Athletic Club de Bilbao a dos finales en 2012. En la UEFA Europa League, Athletic cayó ante Atlético de Madrid, y en la Copa del Rey, perdió contra Barcelona. Gonzalo Arroyo Moreno/Getty Images

Marcelo Bielsa vuelve a Bilbao y su memoria viaja en el tiempo… En la ciudad de los vascos tomaba café en un bar y hablaba con los marineros que arreglaban botes para salir a navegar. Agredió a un empleado del club y se autodenunció. Rechazó un auto de lujo y andaba en un vehículo utilitario. Reveló que a su señora le gustaría ser vasca y subía a un pueblito a comer una comida típica con alubias, chorizo y morcilla.

El técnico de Uruguay dirigió al Athletic de Bilbao desde el segundo semestre de 2011. Después de su paso por las Selecciones de Argentina y Chile, aquel reto con “Los Leones” significó el regreso a la dirección en un club, cosa que no ocurría desde 1998.

Y como pasa habitualmente con Bielsa, en el Athletic dejó su huella y en la ciudad se recuerdan sus mejores anécdotas.

El Athletic no es cualquier club, sino que es un equipo muy particular, con un enorme sentido de pertenencia, reforzado en el hecho de que solo los vascos juegan en su equipo. En tiempos de súper profesionalismo, los Leones mantienen sus ideales. Pero el Loco sorprendió desde su arribo. Es que, cuando lo presentaron, se enteraron de que había visto 42 de los 55 partidos del equipo en la última temporada. Y con la particularidad de que algunos los había visto dos veces.

El periodista Jon Rivas, que escribió un libro sobre los dos años de gestión de Bielsa en Bilbao, contó algunas de las anécdotas más jugosas del actual DT de Uruguay.

Una de ellas fue su pelea con el cortador de césped de Lezama, el lugar de entrenamiento del equipo. Eso fue increíble. Fue en una pretemporada y él llegó a dar una conferencia de prensa para autoinculparse por haber golpeado a un empleado del club”, expresó en una nota con Infobae.

Bielsa llamó a una conferencia de prensa donde explicó lo que había sucedido: “Ante la falta de otra autoridad de la empresa que hacía la obra, decidí hablar directamente con el jefe de obra, lo llamé a mi vestuario para decirle que las obras no estaban bien hechas, que no iban a estar en la fecha prevista y que, sobre todo, eran un engaño y una estafa. Me produjo indignación que no se reconociera y comencé a decir cosas ofensivas. Luego lo tomé del cuerpo y lo saqué a la fuerza del lugar. Yo a este señor no le respeto, porque él hizo mal su trabajo. Cuando salió del lugar donde lo expulsé, dijo que lo había golpeado. No hizo ninguna denuncia policial, creo que presionado por su empresa o por el Athletic, quería evitar lo que yo estoy denunciando —Bielsa llegó a acudir a una comisaría de la Ertzaintza para autodenunciarse—. Tiene derecho a reclamar el trato que yo le di. Estoy haciendo algo que debería estar haciendo el Athletic Club. El club dirá que no he tenido paciencia, pero estoy tranquilo, tengo respuesta para todas esas críticas”.

No les faltó el respeto

Otra anécdota increíble del Loco fue la que narró el periodista Rivas en la nota con Infobae: “En la segunda temporada le toca jugar contra el Eibar, que estaba en Segunda B (Tercera), en la Copa del Rey. En Ipurúa empataron en la ida, y en San Mamés el Eibar ganó 0-1. O sea que un equipo de Segunda B eliminó al Athletic. A los pocos días, apareció Bielsa en Ipurúa, queriendo hablar con el entrenador del Eibar, Asier Garitano, y con su cuerpo técnico. No entendían para qué, estaban sorprendidos, pero lo hicieron pasar. Bielsa traía una caja de cartón llena de papeles y les explicó que era para que no creyeran que le había faltado el respeto no preparando el partido, y les dijo que esos papeles eran todos los apuntes de cómo lo había preparado, y que no creyeran que habían perdido por faltarles el respeto porque preparó el partido igual que todos los demás. Esos papeles se los quedaron de recuerdo”.

Marineros y niños

Sus caminatas diarias por la ciudad también quedaron en el recuerdo de los vascos. Solía levantarse temprano, tomaba un café en un bar y después charlaba con unos viejos marineros. Era común que “subiera a un pueblo muy pequeño, de unos mil habitantes, y allí consumía las alubias rojas, que con chorizo y morcilla conforman un cocido que es una delicia aquí, y siempre iba al mismo bar. A veces estacionaba y venían niños con sus figuritas para que los jugadores les firmaran el álbum. Un día pidió a los niños que le dieran todos los álbumes y a los dos días volvió con todos los álbumes firmados y dos entradas para cada niño para el siguiente partido. De esas historias, tiene muchas”, contó el autor del libro.

A lo loco se vive mejor

En sus primeros meses en el club, Bielsa había generado una verdadera revolución. La gente iba hasta a los entrenamientos. En la primera temporada alcanzó las finales de la UEFA Europa League y la Copa del Rey, en las que perdió ante Atlético de Madrid y Barcelona.

Tras la derrota en ese último encuentro, en el Vicente Calderón, miles de aficionados del Athletic despidieron a su equipo bajo el grito de: “A lo loco, a lo loco, a lo loco se vive mejor”.

Bielsa impuso una regla de oro en Los Leones como lo expresó en conferencia: “La competencia sana por el puesto hace mejor al equipo y evitar conflictos que desunan siempre beneficia al equipo. Es una regla de oro en el Athletic: siempre se prioriza el grupo sea lo que sea lo que tengan que pagar”.

Sus conferencias

Las conferencias de prensa que brindó Bielsa en Bilbao también dejaron enseñanzas y recuerdos. En más de una oportunidad se trenzó en alguna que otra pelea mediática con los periodistas a los que una vez dijo: “Tengo mucho rechazo por el oficio que ustedes (los periodistas) representan, casi similar por el oficio que represento yo. Pero mi mujer me dijo una cosa que no voy a olvidar. ‘Me gustaría ser vasca’, me dijo. ‘Porque no se van de boca; hablan mucho pero dicen lo necesario’. Los vascos son verborrágicos comparados con los de San Sebastián, entonces le dije que los vascos hablan mucho, pero ella me dijo que nunca dicen lo que no corresponde. Eso también como toda virtud tiene defecto, porque el que nunca dice lo que no corresponde muchas veces omite decir la verdad, y ese es un subproducto no deseado de la discreción”.

Otra vez comentó: “¿Yo puedo reprender a un jugador que tiró mil centros para tratar de tirarlo bien porque en un momento definitorio no acertó? A mis hijas si fracasan en un examen lo único que observo es si estudiaron lo suficiente. Si después o no tuvieron estatura psíquica para poder expresar lo que sabían, si estaban nerviosas o lo que sea, no les digo que todo lo que hicieron no sirve para nada porque no dispusieron de su saber. Lo importante no es disponer sino desarrollar para que fructifique. Entonces si un jugador durante dos años tiró mil centros y el día que no le sale, no le sale, no le salió, ya está”.

Además de invocar a César Luis Menotti expresando: “Lo decía Menotti y siempre le digo a los jugadores, el que cruza el jardín evitando el ángulo de 90 grados pisa las flores y llega más rápido, el que recorre el ángulo de 90 grados tarda más pero no daña las flores. Ya sé que esto es filosofía barata, pero creo en ese tipo de cosas, en que hay que valorar lo merecido y soslayar, o al menos no endiosar, aquello que no se obtuvo merecidamente”.