BARCELONA -- Gerard Piqué, presidente, Carles Puyol, director deportivo, y Xavi Hernández, entrenador. Este es el organigrama que dibujó el ex centrocampista azulgrana en el Barcelona del futuro. Y con Sergio Busquets como su ayudante.
En una entrevista concedida a la Cadena Ser, se sonrió Xavi al concretar estos puestos que son “el guión de Piqué”, según recordó, de una antigua entrevista del central, hace ya más de tres años. “Es verdad que me gustaría que en el futuro del Barça, los puestos estuvieran ocupados por ex futbolistas, tipo Bayern Múnich”, admitió el jugador.
“Para la gente que lo ha vivido y que ha estado en la casa es un plus, una ventaja por la experiencia que hemos tenido”, concretó Xavi, quien, ya en serio, admitió su deseo de, a su retirada, seguir los pasos de Pep Guardiola y convertirse en el entrenador.
¿Del Barça? “Por qué no… Ya se verá”, concretó el hoy jugador del Al-Sadd Sports Club y que a sus 36 años comienza a perfilar un futuro en los banquillos.
“Me veo como presidente del Barça”, ha explicado en alguna ocasión Gerard Piqué, en el pasado y entre risas más serias de lo que podría pensarse a tenor del tono desenfadado con que suele expresarse.
El central azulgrana, nieto de un directivo con amplio bagaje en el club, tomó el ejemplo del Bayern Múnich… Algo que Xavi recogió en primera persona y sin disimulo, recordando que el club bávaro “tiene un modelo bien claro”.
Si bien es cierto que los últimos entrenadores no cumplen con ese perfil, la estructura directiva y ejecutiva del Bayern sí es plenamente ocupada por personajes con una indisimulada leyenda en el club. Lo fue en su momento Beckenbauer como lo es Rummenigge en la actualidad, con Hoennes (que volverá a ser presidente en noviembre) y ya se espera a Lahm para que ocupe la dirección deportiva que tuvo en su poder Sammer (curiosamente no ex del club) hasta hace pocas fechas.
“No estaría mal”, sentenció Xavi al hacer la comparación, colocándose al frente de un banquillo que fue de Guardiola para trabajar con dos colegas íntimos como Puyol, que fue durante un corto periodo de tiempo adjunto de Zubizarreta en la dirección deportiva, y Piqué, a quien en el vestuario se le bromea a menudo con el mote de presidente, ocupando de verdad el sillón.
¿Podría ser este el Barça del futuro? No parecería, de entrada, una idea demasiado descabellada.