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Messi marca los plazos de su futuro

El club le ofreció una renovación a la carta, vitalicia, para asegurar la tranquilidad al argentino. Getty Images

BARCELONA -- Leo Messi mantiene en guardia al Barcelona y la información publicada este lunes por el diario Marca asegurando que el jugador argentino habría frenado las negociaciones para renovar su contrato despertaron especulaciones de todo tipo alrededor del club azulgrana.

Alrededor del Camp Nou existe la seguridad de que este culebrón está llamado a acabar de una única manera: la renovación de Messi por el Barcelona. Será él quien decida cuándo y aunque en el club se mantiene un silencio sepulcral, hay quien ha llegado a aventurar que el anuncio, incluso, podría sorprender a todo el mundo por producirse cuando menos se espere.

Tras lo sucedido este lunes, desde el Barcelona se apresuraron a poner el acento en la tranquilidad y confianza que existe en alcanzar un acuerdo, en el momento oportuno, para acordar su continuidad, pero desde todas las perspectivas se descubre una realidad: Messi, y nadie más, marcará todos los plazos.

Apenas acabar la Copa América Centenario y con el crack pasando un momento más que delicado por la sentencia condenatoria de Hacienda que se sumaba a la derrota en la final del torneo frente a Chile, el Barcelona dio un paso al frente trasladando a Leo poco menos que un cheque en blanco.

El club le ofreció una renovación a la carta, vitalicia, para asegurar la tranquilidad al argentino. Pero no obtuvo respuesta, por cuanto los asesores de la 'Pulga', en acuerdo con su padre y él mismo, consideraron que no era el momento adecuado.

En septiembre, en una entrevista con ESPN Digital, el presidente del Barcelona significó que Messi “tiene un contrato para siempre”, confirmando la noticia adelantada por este mismo medio y dando una imagen de calma que el paso de las semanas, ya comenzada la temporada, ha ido oscilando hacia la intranquilidad.

De hecho, concretada las renovaciones de Busquets, Neymar y Mascherano, a principios de noviembre el club dio la primera señal de urgencia, cuando el propio Bartomeu anunció la intención del club de iniciar las conversaciones con Leo, invitando a su padre Jorge a tratar el asunto “en los dos próximos meses”.

Y, sin embargo, la respuesta que ha recibido desde entonces, principios de noviembre, de parte del crack argentino ha sido un silencio incómodo. A la vez que el Real Madrid concretaba la renovación de Cristiano Ronaldo y en el Camp Nou se daba un paso al frente para acelerar la prolongación y mejora de contrato de Luis Suárez, la continuidad de Messi más allá de junio de 2018 sigue sin estar sentenciada.

Leo Messi es quien marca los tiempos, de forma inequívoca. Sus asesores llevan el control de la situación y no quieren apresurarse a cerrar una continuidad que, sin embargo, apenas nadie duda que acabará por ser cierta.

El disgusto que le provocó la sentencia condenatoria de Hacienda permanece en el plano pero en el entorno de la 'Pulga' se pone el acento en otra circunstancia que invita al optimismo: su adaptación al club y a la vida familiar que lleva en Barcelona convertiría su marcha en una apuesta, deportiva y personalmente, quizá demasiado arriesgada.