Mateo Musacchio, defensor argentino, se despidió entre lágrimas de Villarreal, club en el que aseguró que creció como persona y jugador, aunque apuntó que ahora afrontará en Milan "nuevos desafíos".
"Son muchos años y uno personalmente, no solo en el fútbol busca crecer. Nuevos desafíos, nuevas aventuras. Después de muchas temporadas llegó el momento y creo que me voy con muchas cosas vividas y cosas muy lindas, otras menos", explicó.
El jugador, que en algunos momentos de la rueda de prensa rompió en llanto y le costó articular palabras, recordó que "llegué con 18-19 años, siendo muy joven y crecí como persona como jugador. Solo tengo palabras de agradecimiento. Es la realidad. No me arrepiento de nada. Han sido ocho años de darlo todo para el Villarreal".
El central sudamericano apuntó que durante su etapa en el club castellonense vivió "cosas complicadas y cosas muy lindas. Ahora Busco nuevos desafíos y aventuras. Agradecido al club y a la gente que siempre me trataron increíble. Siempre voy a estar pendiente, soy un hincha más del club, es toda una vida", contó.
Musacchio apuntó al descenso a Segunda División como uno de los momentos que más sufrió, aunque agregó que el ascenso logrado al año siguiente "fue uno de los momentos más lindos".
Sobre su traspaso a Milan, el argentino apuntó que tuvo "un recibimiento increíble" en la capital lombarda y que le sorprendió. "El reconocimiento (médico) fue todo bien y cuando vuelva ya veré la ciudad.", finalizó