BARCELONA -- El Espanyol apenas tardó unas horas tras confirmarse el ascenso a Primera División del Huesca para concretar el fichaje de su entrenador, Joan Francesc Ferrer Rubi, que firmará un contrato por dos temporadas en el que significará su regreso a casa.
Rubi, de 48 años, rehusó hace algunas semanas una propuesta del Manchester City, que le ofreció sumarse al cuerpo técnico de Pep Guardiola, sospechándose que ocuparía el lugar de Mikel Arteta si éste dejaba el cargo o, incluso quedándose, formando parte del núcleo duro del técnico del entrenador catalán. Ya en aquellos momentos se rumoreaba un cierto interés del Espanyol, que no era el único en plantearle un fichaje que pensaban otros clubs, además del deseo del Huesca por renovarle el contrato.
Canterano periquito que no llegó a debutar oficialmente con el primer equipo, Rubi, de 48 años, consumó una carrera como futbolista en clubs de segunda y tercera categoría, hasta que tras su retirada comenzó a dirigir en el Vilassar de su localidad natal en 2001, para llegar a disputar una promoción de ascenso a Primera División con el Girona en 2013.
Tras formar parte del cuerpo técnico de Tito Vilanova en el Barça dirigió a Valladolid, Levante, Sporting y Huesca este último curso, tras el cual le llega la ocasión de volver al club de sus inicios (ya dirigió al filial) después de descartar la propuesta del Manchester City.
Los dirigentes del Huesca intentaron hasta última hora convencerle para que liderase el primer proyecto del club aragonés en la máxima categoría, pero su ilusión por volver al club de sus inicios se mantuvo por encima de cualquier otra circunstancia. Ejecutivos del Espanyol ya mantuvieron negociaciones con su representante, dándose por enterado del cambio de rumbo que se avecina en el club, con la salida de jugadores y el descenso de la capacidad financiera para una plantilla que deberá girar sus ojos hacia la cantera y las cesiones.
En este sentido, se espera que en los próximos días se consume la marcha de Gerard Moreno al Villarreal y de Aarón al Benfica, que no serán las únicas en el nuevo proyecto, tan ilusionante como arriesgado, del Espanyol.