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Dembélé y Ter Stegen le dan la Supercopa al Barcelona

Un golazo de Dembélé marcó la diferencia en un trabado partido de la Supercopa de España. FADEL SENNA/AFP/Getty Images

TÁNGER-- El Barcelona ganó la Supercopa remontándole al Sevilla en un partido con evidente falta de ritmo, pero sobrado de intensidad. 2-1, con golazo de Dembélé para redimirse de un partido muy tosco hasta entonces y protagonismo final de Ter Stegen, atajando un penalti en el minuto 89 a Ben Yedder para catapultar el éxito de un Barça que mereció llevarse el título. Aunque no se paseó. En absoluto.

Al equipo de Valverde le costó, y no poco, hacerse a la idea del partido. El Sevilla, que le puso en muchos problemas a la contra durante toda la noche, le dejó tocado en su primer remate a puerta, después de un fallido rechace de Jordi Alba que acabó con una excelente jugada de Muriel y un no menos magnífico remate cruzado de Sarabia que en apenas 10 minutos de juego colocó el sorprendente 1-0.

Poco fluido en el juego de combinación y abusando del balón en largo en la búsqueda de un Dembélé tan atrevido como inconsistente, el mando del Barcelona le ofreció mucha comodidad defensiva al Sevilla, bien posicionado en el campo y sin verse exigido por un rival que no tenía las ideas claras... Pero que poco a poco le fue enseñando las uñas.

Ocurrió que Messi tomó el mando, retrasando su posición ante el poco atrevimiento de Arthur, y que el Barça comenzó, por fin, a tocar el balón con mimo a medida que se acercaba el descanso, dando cada vez más trabajo a la zaga andaluza y encerrando al equipo de Machín.

Hasta que tuvo el premio. Una falta sobre Arthur en la frontal del área puso en el escenario a Messi, cuyo lanzamiento se estrelló en el palo para que Piqué lo rematase a la red. 1-1 al borde del descanso y un nuevo partido por delante.

INSISTENCIA... Y PREMIO

Valverde dio entrada en el segundo tiempo a Rakitic y Coutinho y el Barça se encontró a sí mismo. Ya sin disimulo y con sobriedad. Los contragolpes del Sevilla seguían provocándole sustos, pero su dominio de la situación ya no tenía discusión.

El entrenador reforzó su confianza en Dembélé por más que el francés seguía tan entregado a la causa como errado en sus intentos... Hasta que, después de no pocas ocasiones en que se intuyó el gol azulgrana, llegó de la manera más espectacular.

Dembélé no tuvo mejor manera de agradecer a Valverde que marcando un golazo, el de la remontada, para explotar en una noche de sensaciones encontradas en primera persona pero que acabó por encumbrarle antes de que el técnico le regalase la ovación del público cuando fue sustituido por el debutante Arturo Vidal.

Todo estaba sentenciado o lo parecía... Por cuanto aún hubo tiempo para el penalti y el lucimiento de Ter Stegen sobre el lanzamiento de Ben Yedder para redondear una noche especial en Tánger, donde el Barça de Valverde estrenó la temporada con título.

Ganó el Barça, su 13ª Supercopa, porque lo buscó con más, mucha más, insistencia que un Sevilla muy apocado y solo entregado al contragolpe. Un contragolpe que demostró dominar con solvencia pero que no le fue suficiente para acabar su gafe contra un rival que fue, otra vez, su bestia negra.