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Griezmann busca superar su peor momento como colchonero

La temporada de Antoine Griezmann no podía haber ido peor. El francés se las prometía muy felices el verano pasado cuando, tras anunciar a bombo y platillo su renovación por el Atlético de Madrid, llegó a Rusia y ganó el Mundial con la selección francesa. Pero pasado más de medio año, la situación ha dado un vuelco dramático para “El Principito”.

Las puertas del cielo estaban abiertas para el delantero en agosto de 2018. Tenía todas las papeletas para ganar el Balón de Oro, el Atlético de Madrid había premiado su lealtad con un contrato que le ponía en el escalafón más alto de futbolistas profesionales, mirando cara a cara a Lionel Messi y Cristiano Ronaldo --eso con los que él mismo dijo compartir mesa la temporada pasada--, y además el equipo había invertido para formar una plantilla que pudiera aspirar absolutamente a todo.

Cuando encaramos la recta final de esta temporada, la realidad dicta que Griezmann está pasando por su peor momento en el Atlético de Madrid. El campeón del mundo está mirando seriamente a la puerta de salida del Wanda Metropolitano y no ha podido cantar gol en más de un mes.

Su último tanto de rojiblanco fue ante el Rayo Vallecano, a mediados de febrero, cuando culminó una racha de cuatro partidos en los que anotó tres de los cuatro goles de su equipo. Desde entonces, al francés se le ha secado la inspiración, justo en el tramo más complicado de la temporada.

Su falta de definición en los partidos en los que su equipo ha caído eliminado de la Champions League y que ha --básicamente-- perdido toda posibilidad de pelear por la liga dejan al delantero en un muy mal lugar, pues la presión de su sueldo --cerca de los 25 millones de euros netos por temporada-- no sólo ha empezado a hacer mella en su producción deportiva sino que también ha hecho aflorar las primeras críticas desde la grada.

Todo esto ha coincidido en el tiempo y en el espacio con la noticia que adelantó L’Equipe sobre sus ganas de cambiar de aires. La publicación francesa aseguraba que el entorno de Griezmann ha estado ofreciendo al delantero a todos los grandes clubes de Europa, incluso al FC Barcelona, que el verano pasado estaba dispuesto a pagar su cláusula de rescisión de 100 millones de euros

En el club rojiblanco no dan crédito a lo que ven y escuchan, pues el hombre que debía ser la bandera del proyecto de Diego Simeone este año parece haber bajado los brazos y está más pendiente de lo que pueda depararle el futuro que de ayudar al Atlético de Madrid en un momento crítico.

El parón por partidos de la FIFA sin duda ayudará a calmar los ánimos, pero todavía quedan más de dos meses de competición y bien haría Griezmann en dejarse la piel en el campo para devolver al club colchonero el esfuerzo económico que hicieron para retenerle el verano pasado.

El gran objetivo del equipo del Cholo Simeone ahora mismo es asegurar la segunda plaza y empezar a poner las bases del nuevo proyecto, y en ambos sentidos puede ayudar mucho el delantero francés. Él es la estrella del equipo y el jugador que debe dar la cara en estos momentos bajos.

Si acaba marchándose del equipo en junio, seguro que querrá hacerlo con la cabeza en alto, y para ello necesita superar este bache de juego y goles en el que se ha metido en el últimos mes. De lo contrario, el francés podría convertirse en uno de esos jugadores marcados para siempre por la ira de una afición que te puede llegar a querer como las mejores, pero que si te hace la cruz (que le pregunten a Thibaut Courtois...) no te la quita nunca.