SEVILLA -- “Me siento con fuerzas para continuar, desde luego. Es duro perder pero hay que levantarse”. Con el semblante apesadumbrado, pero el discurso todo lo firme que pudo mostar, Ernesto Valverde descartó cualquier posibilidad de presentar una renuncia que desde el club, de entrada, tampoco parece plantearse.
“Tiene contrato en vigor y seguirá” señaló, simplemente, el presidente Bartomeu. Parecería que no hay mucho más a discutir, por más que en la sala de prensa, evitando el encargado de prensa del Barcelona que se le pudieran hacer preguntas incómodas al entrenador, todo fuera dirigido, o casi todo, en la misma dirección.
“Cuando pierde el Barça el entrenador siempre se equivoca. No sabes en qué, pero en algo se ha equivocado. Por poner el campo al revés…” Le faltó, de alguna manera, encontrar una razón futbolística para explicar una derrota que argumentó, solo, en que el Valencia “es muy bueno al contragolpe” pero dando crédito a la temporada del equipo porque “llegar al mes de mayo con la opción de ganar tres títulos siempre es el objetivo… Y seguro que todos firmarían por lograr uno”.
“Nos hemos vaciado en el campo y nunca hemos dado el partido por perdido... Ya les empatamos dos partidos de Liga perdiendo y lo hemos intentado hasta el final” repitió Valverde, sin entrar a valorar si sus jugadores habían buscado esa remontada con o sin fútbol… Y es que esta vez no hubo reacción a la caída en Europa y el 5-0 al Sevilla de 2018 se convirtió en una dolorosa derrota frente al Valencia en (El Valencia acaba con el reinado del Barcelona en Copa del Rey) 2019 que tiene sabor a final de camino.
Horas después de consumarse la eliminación en (Barcelona vuelve a mostrar su lado más oscuro, ahora en Anfield) Anfield creció la sospecha de que Valverde se encontraba en ese mismo escenario que hace un año tras la humillante eliminación en Roma, cuando el diario Mundo Deportivo publicó que la permanencia del entrenador dependía de la final de Copa… Que el Barça sentenció con una aplastante goleada de 5-0 sobre el Sevilla (Barcelona se hace de su cuarto título al hilo de Copa de Rey) en el Wanda Metropolitano.
El doblete del año pasado facilitó la continuidad sin apenas discusión del técnico y, en buena lógica y de acuerdo al discurso oficial, debería tener las mismas consecuencias este curso, pero ningún medio de comunicación fue ya capaz de dar por hecho este escenario. De hecho, la goleada de Liverpool provocó que (Permanencia de Ernesto Valverde en el Barça, en duda tras colapso en Anfield) se catapultase al plano por primera vez esta temporada la duda respecto al entrenador, una situación que el paso de los días no ha cambiado. De hecho, ha acentuado, sin esperar al duelo, en cuanto el Valencia se proclamó campeón de Copa.
En los despachos del Camp Nou se ha repetido en los últimos días el (Koeman emerge como posible alternativa a Valverde) nombre de Ronald Koeman como posible alternativa a Valverde en lo que daría paso a una auténtica revolución… Y, sin embargo, acabada la final en el Villamarín, Bartomeu ratificó, sin asomo de duda, al entrenador en su puesto.
“Valverde es nuestro entrenador y tiene contrato” afirmó a media voz el presidente del Barcelona, huyendo, al menos de entrada, de cualquier discurso revolucionario por más consciente que fuera, que lo debe ser, de que los próximos días y semanas no serán una balsa de aceite alrededor del Camp Nou.
El entrenador se marcha de vacaciones con la sensación de que los cuatro títulos conseguidos en dos años, con doblete liguero, debería ser suficiente para dar por hecha esa continuidad. Habrá que verlo…