España vuelve a reinar en el futbol sub 21 europeo.
Dos años después de perder la final ante Alemania en Crackovia, “La Rojita” se tomó cumplida revancha al imponerse a la selección germana por 2-1 en Udine, en un partido enorme de ambas escuadras que comenzó con una exhibición hispana, que mostró una capacidad encomiable de sufrimiento.
Fabián dio el primer golpe y Dani Olmo, cuando más sufría España en la segunda mitad, logró el segundo al aprovechar un mal rechace del portero alemán con un toque magistral que significó la puntilla… o casi.
Al poder convertir el resultado en goleada, España acabó por sufrir en el desemboque tras el afortunado gol de Amiri.
Magnífica en la presentación, la selección hispana convirtió el primer cuarto de hora en un monólogo futbolístico superlativo. Tocó, combinó, disfrutó y dominó a un rival tan sorprendido como disminuido y que encajó el 1-0 apenas jugados siete minutos, cuando Fabián sorprendió con una rosca lejana a Nuebel en pleno abordaje.
La superioridad española era de tal calibre, que acabó por provocar una suerte relajación, error que le pudo costar caro, porque dio brío a una Alemania tan inferior en futbol como orgullosa en el ánimo y que a base de empuje anuló esa sensación de festival.
Cómoda con el balón, alegre y poderosa, la escuadra de De la Fuente tuvo que apretar los dientes, aprender a sufrir ante el empuje de los germanos y dio un paso atrás al ceder la iniciativa, lo que dio la impresión de que estaba abocada a padecer el asalto de un rival con mayor poder físico.
España atravesó el ecuador del partido en el descanso, salió en el segundo tiempo con menos alegrías y más centrada y en el momento oportuno, cuando más sensación de peligro parecía abrazar Alemania, apuntilló la final.
Fabián, superlativo hasta la extenuación, se sacó un disparo magnífico que no pudo blocar el meta alemán y que le dio la oportunidad a Dani Olmo para remachar con una suavidad, por encima del portero, excepcional.
El 2-0 llegó a falta de 20 minutos para acabar el partido y convirtió la recta final en un festival de alegría y sufrimiento, pues España dominó a placer, rozó el 3-0 con un disparo de Carlos Soler al travesaño y sufrió con el 2-1 marcado por Amiri en una jugada desafortunada que desvió Vallejo.
Sufrió y disfrutó. Ofreció un futbol en ocasiones descomunal y dos semanas después de presentarse con una dura y peligrosa derrota ante Italia por 3-1, España volvió a proclamarse campeona de Europa Sub 21.
Una fiesta roja por todo lo alto.