Luis Suárez convirtió una recuperación prevista de unas dos semanas en una puesta a punto supersónica, de apenas siete días, y consiguió el objetivo de entrar en la lista de convocados del FC Barcelona de cara al partido de este sábado frente al Celta. Con el alta médica, no se contemplaría que Suárez jugase los 90 minutos del choque, aunque su participación motivará que pueda marcharse con su selección para jugar los dos amistosos ante Hungría y Argentina, con el riesgo que ello conllevará ante el rush final de año, jugándose el Barça el pase a los octavos de final de la Champions y el Clásico liguero ante el Real Madrid.
El delantero uruguayo se lesionó el pasado sábado, durante el encuentro en Valencia ante el Levante, y tuvo que abandonar el campo antes de acabar la primera mitad. Tras las pruebas médicas que se le practicaron al regreso a Barcelona se le diagnosticó una rotura en el sóleo de la pierna derecha que, sin alcanzar la gravedad de la que sufrió en agosto y que le tuvo de baja tres semanas, se esperaba que le mantuviera lejos de los campos al menos durante quince días, entendiéndose que no podría jugar ante el Celta y que, probablemente, no acudiría a la llamada de la selección uruguaya.
Atentos a su estado físico y con un pronóstico conservador, los servicios médicos del Barça acogieron con reservas el buen desarrollo de la recuperación durante la semana, entendiendo precipitada su vuelta por el riesgo existente de una recaída, teniendo en cuenta que es la misma lesión que sufrió en la primera jornada de Liga.
“Vamos a esperar al entrenamiento, pero podría estar”, anunció Valverde en la rueda de prensa anterior al entrenamiento, consciente el entrenador de las intenciones del jugador… Y Suárez se reintegró al trabajo de grupo con aparente normalidad, participando en el entrenamiento y recibiendo la perseguida alta médica para jugar ante el Celta… Y poder sumarse el lunes a la concentración de su selección.
Uruguay se enfrentará el 15 de noviembre a Hungría en Budapest y tres días después jugará frente a Argentina en Tel Aviv, los dos últimos amistosos de este 2019 que el delantero azulgrana no quería perderse, después de faltar al doble enfrentamiento de septiembre ante Costa Rica y Estados Unidos por la lesión que padeció en San Mamés y el doble contra Perú de octubre, esta vez por quedarse en Barcelona haciendo trabajo de recuperación de su rodilla.