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El Barcelona entra en una situación límite

BARCELONA -- La primera derrota de Quique Setién dejó al descubierto todas las costuras de un Barcelona que lejos de cambiar respecto a la era Valverde sigue sumido en la depresión, también mediocridad, y en situación casi límite. La frustración se adivina alrededor de un equipo que se mantiene a duras penas en pie, incapaz de mostrar cualquier síntoma de grandeza y que se encamina a completar una temporada de pesadilla.

El Barça puede ganarlo todo pero su imagen da la sensación de no ser capaz de ganar nada. En Valencia sufrió un auténtico baño de realidad, de una realidad triste y depresiva, de un presente oscuro que sospecha un futuro inmediato desolador en el que la mano del nuevo entrenador no muestra ninguna mejora respecto al despedido Valverde.

Remató Messi. Y Messi. Y Messi. En una segunda mitad en que el equipo dio un paso adelante y pareció estar en disposición de mantenerse en pie. Se pasó de dos remates de Leo (ambos de falta, uno a las manos de Domenech y otro fuera) en la primera mitad a nueve en la segunda, siete de ellos del capitán, en una demostración de que a fin de cuentas todo empieza y acaba en su estrella.

Ter Stegen detrás y Messi delante. El binomio salvador, a fin de cuentas la táctica que tantas veces ha mantenido en pie al Barça, se adivina a estas alturas insuficiente. Y entre ello, cuando se le da mayor importancia al fútbol, cuando se pone el acento en recuperar el balón y el juego de toque, suena curioso, por decirlo suavemente, que sea un luchador como Arturo Vidal quien más revoluciona al equipo.

Superado Piqué, insuficiente Sergi Roberto, señalado Umtiti. La defensa volvió a ser una caricatura a la que se sumó un centro del campo en el que Busquets no dio abasto ante la calamidad de un Arthur desaparecido y la pérdida de protagonismo de un De Jong cada vez más alejado de aquel futbolista superlativo del Ajax.

Y Griezmann sigue intentando crecer a la vez que Ansu Fati toma un papel que no le corresponde. Y queda, como siempre, Messi. El que todo lo soluciona... Casi siempre. En Mestalla no alcanzó a conseguirlo y el Barça se cayó.

El Barça de Setién no arranca. Este domingo puede perder el liderato y habrá que ver de qué es capaz en el futuro inmediato. La pesadilla es una realidad en azulgrana.