BARCELONA -- La crisis no se acaba en el Barcelona. Al contrario, la reunión directiva convocada por Josep Maria Bartomeu para este viernes, se convirtió en poco menos que una pesadilla para el presidente, al que parte de sus directivos afearon crudamente su gestión y que escuchó incluso la necesidad de adelantar las elecciones, previstas para el próximo año, aunque de momento esta posibilidad se frenó, según reconocieron a ESPN Digital fuentes cercanas a la directiva.
El ya conocido como ‘Barçagate’, el escándalo de las redes sociales que estalló el último lunes, encendió los ánimos de buena parte de la junta directiva, a la que el presidente repitió el mismo discurso de los últimos días: ‘No sabía nada’ y ‘nunca se contrató a una empresa para difamar a nadie a través de las redes sociales’.
Las explicaciones de Bartomeu no convencieron a sus compañeros de junta, algunos de los cuales, con los vicepresidentes Jordi Cardoner y Emili Rousaud al frente (de acuerdo a lo informado por Catalunya Ràdio), lideraron una suerte de motín que no acabó con la resistencia del presidente… Pero que le dejó muy tocado.
Hasta el punto que después de un agrio debate que se prolongó durante varias horas, se tomó la determinación de tomarse un periodo de reflexión en los próximos días y celebrar una junta extraordinaria, que podría llevarse a cabo el próximo jueves o la siguiente semana, tras la celebración del Clásico en el Santiago Bernabéu.
De momento, la crisis abierta se cobró la primera víctima en la persona de Jaume Masferrer, jefe de gabinete de presidencia, mano derecha de Bartomeu y que mantiene una agria relación con buena parte de la directiva que va más allá de este último escándalo, y que fue suspendido temporalmente de sus funciones durante el tiempo que dure la investigación interna sobre el servicio de monitorización de las redes sociales que provocó la ruptura con la empresa I3 Ventures, contratada por decisión del propio Masferrer a espaldas de los integrantes de la junta.
TURNO DEL CAMP NOU
Los acontecimientos sucedidos durante toda la semana, que afectan directamente la popularidad de Bartomeu, provocarán que el partido que el sábado dispute el Barça frente al Eibar en el Camp Nou esté rodeado de un ambiente especialmente crítico, más aún al conocerse lo sucedido en la junta directiva de este viernes.
En las redes sociales, precisamente, se multiplicaron durante toda la jornada los mensajes favorables a que la afición se manifieste en el estadio en contra del presidente, quien atraviesa sus peores momentos en el cargo desde la famosa crisis de enero de 2015, provocada a partir de un enfrentamiento entre Leo Messi y el entonces entrenador Luis Enrique y que provocó el despido del director deportivo Andoni Zubizarreta y el adelanto de las elecciones al verano de aquel mismo año.
La situación, cinco años después, se antoja incluso más delicada para Bartomeu, entendiéndose que esta crisis va mucho más allá del propio vestuario y aspecto deportivo y de la que habrá que ver si es capaz de superar un dirigente que ha comprobado como es contestado, sin disimulo, desde su propia junta directiva.