BARCELONA -- Volante de marca, volante de contención, volante de creación... Centrocampistas, al fin y al cabo, cuya labor en el engranaje de un equipo de futbol se entiende trascendental tanto en la creación del juego como en la contención para el rival.
Jugadores que con el paso de los años han evolucionado tácticamente para poder adaptarse a ambas circunstancias y que, de alguna manera, se podría resumir en dos nombres: Gennaro Gattuso y Sergio Busquets.
Tan providencial se entendería la labor del primero en el engranaje del Milan, acompañando a Andrea Pirlo, como fundamental ha sido el otro en el mejor Barcelona de la historia acompañando a Xavi y Andrés Iniesta. Son, la mayoría de las veces, jugadores que ni generan el titular mediático ni se catapultan como la razón de ser esencial de sus equipos de cara a los aficionados pero, a la vez, son indispensables en los planes de cualquier entrenador. Y es que Lionel Messi, Iniesta, Kaká o Andriy Shevchenko, por resumir en los dos equipos citados, tienen y tuvieron mucho que agradecer al trabajo de esos acompañantes.
Hablar de un volante de marca traslada al actual entrenador del Napoli y pone en el escenario a otros futbolistas como David Albelda, Esteban Cambiasso, Claude Makelele o, más allá en el tiempo, Mauro Silva o Falcao. Un nombre, este último, que podría considerarse el antecesor de los creadores, un mixto entre la contención y el armador de juego que con el paso de los años se personalizó en Sócrates, Carlos Valderrama, Juan Sebastián Verón o Roberto Baggio y más tarde en Fernando Redondo, Pirlo, Paul Scholes, Fernandinho, el propio Xavi o, en el ejemplo mayúsculo, Sergio Busquets.
El pívot armador, también llamado mediocentro defensivo en Europa, tiene en la actualidad un rol tan amplio, dividido en la faceta ofensiva y defensiva, como específico para convertirse en el nexo de unión de todo el equipo. Solo la crueldad de las lesiones evitó que Fernando Gago alcanzase el cénit en este puesto convirtiéndose en el sucesor de otro Fernando inolvidable como fue Redondo y entre todos destaca, sin duda, Busquets en una posición a la que se adaptaron como un guante, con diferentes características, Gary Medel, un todoterreno con mala prensa pero excelso rendimiento, o Gabi, sin el que no se podría explicar el crecimiento excelso del Atlético de Madrid de la última década. Y en un término en que se podría, debería, incluir a Pjanic, otro jugador de recorrido asombroso en el campo ya sea en la creación, llegada y contención.