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Barcelona tuvo pérdidas de 97 millones de euros en la temporada 2019-2020

BARCELONA -- El Barcelona presentó este lunes el cierre de las cuentas de la temporada 2019-20, anunciando unas pérdidas de 97 millones de euros, motivadas por la crisis del coronavirus, que provocaron que el club no pudiera alcanzar sus previsiones y los ingresos disminuyeran en 203 millones.

De cara al ejercicio 2020-21 se estiman unos ingresos de 791 millones de euros, un descenso evidente por la misma causa, sin que estén establecidos los gastos, pendientes de como se desarrolle la pandemia en los próximos meses.

De acuerdo a lo informado por el vicepresidente Jordi Moix, sin la pandemia del COVID-19 el club azulgrana habría cerrado la temporada con unos ingresos de 1,047 millones de euros y un mínimo beneficio de dos millones de euros. El Barça, finalmente cerró el ejercicio con una facturación de 855 millones, lo que supone una caída del 18 por ciento respecto a sus previsiones.

En el informe presentado por el club azulgrana, en que se confirma el cierre con pérdidas por primera vez en los últimos diez años, se observa también el incremento de su endeudamiento, que pasó de los 271 a los 488 millones de euros como consecuencia del coronavirus, que en palabras de Moix ha convertido al club en "un barco durante una grave tormenta. Ahora toca remar, ajustar el barco para llevarlo a buen puerto y que la crisis afecte lo menos posible a corto plazo".

El dirigente dejó claro que la auditoria encargada por la junta "es limpia" y estimó que los ingresos de la temporada 2020-21 se calculan bajo unas previsiones en las que a partir del mes de diciembre pueda entrar al menos un 25 por ciento de público al Camp Nou, sumándose la recuperación de toda la actividad comercial del club.

"Esta situación (cerrar un ejercicio con pérdidas) no ocurría desde el 2010. Cuando la directiva de Sandro Rosell llegó al club con un desfase patrimonial heredado de la etapa anterior" reveló Moix, quien destacó principalmente que los malos resultados económicos no se han debido a una mala gestión por parte de los dirigentes, sino al grave efecto que la pandemia del coronavirus ha tenido en el mundo del fútbol.

"La obsesión por aumentar facturación no era un objetivo por sí mismo, sino para generar los ingresos para seguir siendo competitivos" solventó el vicepresidente, quien puso sobre la mesa que el club facturó 162 millones de euros en concepto de ingresos derivados del estadio, 249 millones por derechos televisivos, 297 millones derivados por merchandising y 148 millones por traspasos y otros ingresos. Según el Barcelona, el impacto del COVID en los ingresos fue de 203 millones de euros.

El vicepresidente puso énfasis en que el Barça "no es el único club en esta difícil situación" y recordó que las ligas europeas han sufrido una caída de ingresos superior a los 4 mil millones de euros, con un descenso del 26 por ciento en la venta de entradas por el cierre de los estadios. En este sentido, las pérdidas de clubs de primer nivel como la Juventus (71 millones) o el Manchester United (110) demuestran el mal generalizado entre los grandes del continente.

De acuerdo a los datos presentados por el club, la deuda a final de la temporada asciende a 820 millones de euros, de los que 420 millones son con entidades bancarias, 323 millones con otros clubes y 18 millones correspondientes a cobros anticipados. Ello significa un aumento cercano al 50 por ciento de deuda respecto a la temporada anterior, cuando ésta se situaba en los 554 millones, disparándose en un 77 por ciento la deuda bancaria que pasó de los 271 millones a los 480 indicados.