BARCELONA -- El referéndum de la Moción de Censura contra la directiva de Josep Maria Bartomeu se llevará a cabo, si las autoridades sanitarias de Cataluña lo autorizan o el presidente no presenta antes su renuncia, durante el fin de semana del 31 de octubre y 1 de noviembre y se habilitarán distintos puntos de votación, más allá del Camp Nou, en Barcelona, Tarragona, Lleida, Girona e incluso en otros lugares de España, estimándose Madrid y Sevilla como sedes más probables.
El Barcelona tiene previsto presentar a la Secretaría General de l'Esport de la Generalitat antes del viernes el protocolo para la votación, que deberá ser aprobado atendiendo a las nuevas restricciones que prepara el gobierno catalán a causa del coronavirus, cuyo aumento de casos en las últimas semanas ha provocado la alarma en toda España y aunque no se estima pueda provocar la suspensión de la consulta el club azulgrana mantiene su intención de minimizar al máximo el riesgo de contagio.
Entendiendo que la Generalitat mantenga que es posible llevar a cabo la votación, la junta azulgrana deberá anunciar la convocatoria oficial la próxima semana para realizar las votaciones antes del 2 de noviembre. Falta por saber "cómo evolucionará la pandemia en los próximos días”, se advierte desde el gobierno catalán, que de momento ha planteado la suspensión de todas las competiciones deportivas no profesionales y de deporte de base durante dos semanas pero sin afectar a procesos electorales.
"No van a suspender la consulta”, mantienen los promotores de la moción, convencidos de que Bartomeu está "en la cuenta atrás" y que si se aferra a la presidencia sin dimitir antes de la votación su derrota será incuestionable.
JUNTA PENDIENTE
El mandatario canceló la reunión de la junta directiva prevista para esta semana (no la convocó como era esperado) y esa decisión se ha visto como un último intento de demorar los plazos, confiado probablemente en que la situación sanitaria provocase un cambio de guión en el gobierno catalán, con una suspensión de la votación.
"Los datos no son buenos y las predicciones apuntan a más restricciones, así que es urgente hacer el referéndum”, sostuvo Marc Duch, uno de los portavoces de los impulsores de la moción, que ya apuntó el 24 y 25 de octubre como fecha ideal para llevar a cabo las votaciones, unas fechas que se descartaron desde el club por no tener tiempo de preparar el protocolo y presentarlo a la Generalitat.
La Junta Directiva, que deberá reunirse a principios de la próxima semana con la respuesta del gobierno catalán a su protocolo ya sobre la mesa, se manifestará ya entonces de manera definitiva. La posibilidad de una dimisión que evite una votación que entre los directivos se entiende perdida no está descartada pero, de momento, Bartomeu se mantiene firme en sus postulados de resistir.
El anuncio de una nueva rebaja salarial que debe discutirse con los futbolistas, y que se aventura de difícil acuerdo, y la negociación para la renovación del contrato de Ter Stegen invita a pensar que el presidente pretende, contra la opinión de algunos de sus directivos, seguir en el cargo cueste lo que cueste.