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Messi: El niño de 16 años bajo la mirada de cinco excompañeros

BARCELONA -- Introvertido. Humilde. Mago. Diferente. Elegido... Adjetivos que se repiten en cada conversación, en cada recuerdo. Los que mantienen aquellos que tuvieron, reconocen, la suerte de conocer a un Lionel Messi que con 16 años se abría paso a velocidad de vértigo en la cantera del Barça y que pasó en apenas siete meses de jugar en el equipo cadete a debutar, este 16 de noviembre se cumplen 17 años, en el primer equipo del Barcelona.

Javi Martos, Manel Expósito, Jordi Gómez, Alfi Conteh y Fede Bessone (en este orden, en el contrario o en el que se prefiera) conocieron y compartieron vestuario con Messi durante su paso supersónico por cuatro equipos distintos de la cantera azulgrana en la temporada 2003-04: el Juvenil B, el Juvenil A, el Barça C y el Barça B, alumbrado por su estreno con el primer equipo en el amistoso de Oporto. Y a todos ellos se les adivina una brillantez especial en los ojos cuando, conversando con ESPN Deportes, rememoran aquellos tiempos pasados.

Manel Expósito, que cumplirá 38 años el 29 de noviembre (fecha coincidente con la fundación del Barça), es el más veterano de la lista. Hoy segundo entrenador del KAS Eupen de Bélgica, club en el que se retiró en 2015, Expósito comenzó su carrera en la cantera del Vic y tras pasar por Júpiter y Sant Andreu aterrizó en el Barça B en 2003. No hizo carrera de azulgrana más allá del filial pero siempre quedará en los libros de historia que compartió el viaje a Portugal con Messi y que allí, dos semanas antes de cumplir los 22 años, debutó diez minutos antes que Leo. En 2005 dejó el club y tras pasar por hasta seis clubs españoles, en 2011 se embarcó hacia Nueva Zelanda para convertirse en héroe del Auckland antes de acabar su carrera en Bélgica.

Se diría que ha pasado una eternidad... Pero Expósito mantiene fresco el recuerdo de aquel Messi "que siempre iba un paso por delante de los demás". Le consideró "un elegido desde el primer momento" pero, advierte, "no podía pensar que fuera hasta esta consideración que ha alcanzado. Pensaba más rápido, driblaba más rápido, jugaba más rápido... Todo lo hacía un segundo antes que los demás... Y eso, con 16 años, no era normal".

"Tenía una calidad especial. Era una cosa fuera de lo normal" apunta Alfi Conteh, quien a sus 35 años ha vuelto a Barcelona para jugar en el Horta que dirige Víctor Valdés.

Delantero con grandes condiciones, jugó en las categorías inferiores del Barça hasta el filial, a partir del cual, desde 2006, comenzó una carrera que le llevó por España, Grecia, Hungría, Andorra, Noruega, Islandia y Estados Unidos, donde permaneció hasta que la pandemia del Covid le decidió a dejar Louisina y regresar a casa.

Alfi debutó junto a Messi con el Barça C venciendo al Europa por 2-1 y marcando los dos goles, el primero de ellos en una jugada que inició precisamente Leo, quien, afirma "tenía una calidad innata; era un superdotado".

"¿Callado? Claro, es normal que lo fuera porque era dos, tres o hasta cinco años más joven que los demás. Era muy introvertido... Pero, amigo, cuando salía al campo se transformaba. Tenía una personalidad increíble" rememora Javi Martos, central de 36 años y que tras pasar por todas las categorías inferiores del Barça (llegando a jugar un partido con el primer equipo) se marchó a Bulgaria en 2006. Hoy juega en el Prat, de la 2ªB, después de haberse convertido en leyenda del Charleroi belga, en el que fue indiscutible durante ocho temporadas, tras jugar en Grecia y antes de una sola temporada en el Andorra de Gerard Piqué.

"Te dejaba con la boca abierta en los entrenamientos y lo más destacado es que en los partidos actuaba con la misma naturalidad. En dos meses subió del juvenil B al Barça C y al cabo de cinco meses ya estaba en el Barça B... Lo atropellaba todo, era increíble" refiere Martos, coindicente con Fede Bessone, argentino como Lio y que sonríe abiertamente al recordar aquella época.

Fede Bessone, de 36 años, llegó al Barça en 2001 y en 2005 se marchó al Espanyol B, quedándose en puertas de debutar en el primer equipo periquito en la Liga antes de, en 2008, emigrar a Inglaterra. Swansea, Leeds, Charlton y Milwall fueron sus equipos hasta que en 2016, pensando en la retirada, volvió a Barcelona para jugar en 3ª División con el Prat, donde permaneció durante tres años antes de ser reclutado por Piqué para el Andorra, en el que se retiró el pasado curso para entrar a formar parte de su cuerpo técnico.

"Coincidimos muy poco, esa es la verdad, pero recuerdo que en el vestuario, por aquello de ser argentino, lo pusieron a mi lado... Y hasta me costaba sacarle las palabras. Era muy callado, muy introvertido... Pero con el balón, en el campo, era un mago. Perdón, sigue siendo un mago" constata Bessone, para quien Messi "es un caso único. Hemos visto grandiosos jugadores, pero ninguno con una continuidad tan increíble como la suya".

"Tenía una mentalidad especial. Era tímido en el vestuario y algo fuera de lo común en el campo. Se transformaba, sí... y tenía una mentalidad, que es la que le ha ayudado a mantenerse en la cima, que le convertía en especial y único" solventa Jordi Gómez, otro de los que debutó con él en el amistoso de Portugal y que hoy, a los 35 años, sigue dando cátedra en Chipre.

Centrocampista de mucha calidad, Gómez tuvo una brillante carrera en las categorías inferiores del Barça, llegó a jugar un partido de Copa en el primer equipo pero en 2007 abandonó el club para fichar por el Espanyol, en el que permaneció durante un año y medio para marcharse al Swansea. De allí pasó al Wigan, donde su figura sigue siendo venerada tras llevarle a la conquista de la FA Cup en 2013, y luego pasó por Sunderland, Blackburn Rovers, Rayo Vallecano, Levski de Sofía y Omonia de Nicosia, donde apura su carrera sin olvidar aquellos años de juventud.

"Cuando piensas que en un año pasó por cuatro equipos te das cuenta de lo especial que era. Era el más joven de todos, hablaba poco, muy poco, pero futbolísticamente era impresionante" sentencia, en una aseveración que coincide Alfi: "Te sorprendía casi sin pretenderlo".

"Cualquier chaval de esa edad necesita un periodo de adaptación. Y más cuando pasas de jugar con juveniles a hacerlo contra hombres de 25 o hasta 30 años... Pero él no. Normalmente hay que ir con cuidado con los jóvenes y con Leo sucedía todo lo contrario" sentencia Martos, quien compara su caso con el de Iniesta.

"Coincidí muchos años con Andrés, un crack total... Pero hasta a él le costó asentarse en los equipos a medida que iba subiendo y le ocurrió en el primer equipo. Fue rápido, sí, pero cuando lo comparas con Leo te das cuenta qué significa, porque Leo fue una bestiadlidad, lo rompió todo".

"Cuando hablamos antiguos compañeros y él sale a conversación todos nos alegramos. Yo tuve una muy buena relación con él en ese tiempo que estuvimos juntos y el recuerdo que tengo es que era un chaval muy cercano. Callado e introvertido, sí, pero en el vestuario era muy normal con todos" afirma Alfi.

"Pasa que cuando tienes 16 años es más difícil relacionarte con alguien de 20 o 21 en un vestuario que cuando tienes 26 con alguien de 30. Y esa era la situación. El Barça B tenía un vestuario algo más veterano y se notaba" recuerda Expósito, solventando que todas esas diferencias "desaparecían en el campo. Ahí él era el dueño, el jefe".

FUTURO ABIERTO

Ninguno de ellos mantiene contacto hoy en día con Messi. Coinciden todos en su "alegría" por los éxitos que ha cosechado, y sigue cosechando, en el Barça sin descartar que algún día, sea por casualidad o no, puedan coincidir en algún lugar y reir recordando aquellos años ya lejanos.

Ahora, claro, todos están al corriente del divorcio que casi consumó Leo con el club en verano y ante su final de contrato y la posibilidad de que pueda dejar el Barça mantienen su esperanza en que renueve. No todos de forma rotunda empezando por un Jordi Gómez que antepone una consideración clara: "Hay que ponerse en su lugar y sin conocer nada de lo que ha pasado ni entrar en el tema, quizá hay que pensar que le gustase probar un cambio. Como futbolista no lo encuentro tan descabellado, aunque sería una sorpresa".

"Personalmente no creo que tenga el deseo de irse por voluntad propia sino que todo llegó por un cúmulo de circunstancias" refiere Martos. "Todo lo que ha ido sucediendo no era coherente entre las promesas y lo que sucedía posteriormente... Proyecto deportivo, fichar o mantener a los mejores jugadores para ganar títulos... Si al final se acaba marchando será por buscar otro proyecto deportivo porque está claro que Leo ama al club" sentencia el central, coincidente con Alfi: "Eso es algo muy personal... No sabría qué decir más allá de que sea lo que sea lo que decida le tengo que desear lo mejor".

"Yo lo que espero es que Leo renueve y se retiré en el Barça. No lo puedo imaginar de otra manera" afirma, sin dudarlo, Bessone, apuntando que, de cualquier forma "su figura será indiscutible por siempre", en una postura similar a la expresada por Expósito. "Messi es un símbolo. No puedo entrar en lo que pasó más allá de pensar que fue una forma de presionar a la junta, pero confío en que se retirará en el Barça con todos los honores, como se merece".

Leo Messi tiene hoy 33 años y suma 741 partidos oficiales con el primer equipo del Barça. Ha atropellado casi todos los records en el club, acercándose a los 767 encuentros que sumó Xavi Hernández y marcando 640 goles que le dejan a un paso de los 643 que anotó Pelé en el Santos para ser el mayor goleador oficial en un solo equipo.

La suya es una historia única en el fútbol mundial, que inició el día que llegó a Barcelona en compañía de su padre, comenzó a escribirse la tarde en que Rexach decidió su fichaje tras verle jugar apenas cinco minutos y despegó una noche de noviembre, hace 17 años, en Portugal.

Por aquel entonces era un crío que prometía y que desembocó en una figura trascendental en el mundo del fútbol. Y aquellos que le vieron, y compartieron vestuario con él, siguen frotándose los ojos y sonriendo orgullosos de haber compartido vestuario con una figura tan descomunal.

Desde Andorra, Barcelona, Bélgica, Chipre, y El Prat, Fede Bessone, Alfi Conteh, Manel Expósito, Jordi Gómez y Javi Martos recuerdan que tuvieron la oportunidad de entrenar, jugar, reir y maravillarse con el mejor jugador que han visto sus ojos... Cuando nadie sospechaba que llegaría a ser lo que es.