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Óscar Mingueza, un debut que ilusiona y recuerda al de Puyol en el Barcelona

BARCELONA -- Óscar Mingueza, empujado al escenario por la plaga de lesiones que padece el Barcelona en el centro de la defensa, disfrutó en Kiev de un debut tan inesperado hace tres meses como excelente e ilusionante con vistas al futuro inmediato.

De ser invisible en los planes del club a pesar de llevar toda su vida, desde edad benjamín, en sus categorías inferiores, a estrenarse con el primer equipo con 21 años, las casualidades pueden acabar marcando la figura del central catalán. Quién sabe si convirtiéndose en un sucesor inesperado de Carles Puyol.

De momento, Mingueza ha repetido el caso de Ansu Fati, catapultado al primer plano más por necesidad que por convicción. El delantero renovó in extremis su contrato en julio de 2019 para jugar en el Barça B a pesar de ser juvenil y acabó siendo la mejor noticia del primer equipo de la temporada sin llegar a jugar un solo partido con el filial.

Lesionado Messi en su primer entrenamiento de pretemporada en agosto, el debut liguero sumó a Luis Suárez y Ousmane Dembélé en la enfermería por lo que Ernesto Valverde reclamó ya en la segunda jornada a Ansu y Carles Pérez. Este último se marcharía (víctima de la crisis económica) traspasado a la Roma en el mercado de invierno pero su compañero, que tomó la oportunidad al vuelo, creció de forma tan impresionante que un año después no solo es internacional sino que alrededor del Camp Nou hay quien se atreve a considerarle el heredero del mismísimo Lionel Messi.

En agosto de 2020 el Barcelona contaba con Gerard Piqué, Clement Lenglet, Jean-Clair Todibo, Jorge Cuenca, Araujo y Samuel Umtiti como centrales.

Atendiendo a que este último lleva viviendo cerca de dos años en la enfermería y que el club (la necesidad cada día más crítica) necesitaba aligerar la plantilla, a la secretaría técnica puso en el mercado a Todibo y Cuenca.

Por el primero apenas se ingresaron 2 millones de euros por cederlo al Benfica y por el canterano pagó el Villarreal 2.5 millones.

Todo ello se hizo en paralelo a unas negociaciones inauditas con el Manchester City por fichar a Eric García que acabaron en nada.

Y que pueden reanudarse en enero si es que el joven catalán no acaba regresando al Camp Nou, gratis, en junio. Sea como fuere, de pronto el Barça se encontró el 5 de octubre solo con Piqué, Lenglet y Araujo como únicos centrales disponibles (Umtiti seguía, y sigue, de baja).

Y para dejar marcada esa curiosa planificación llegó primero la lesión del uruguayo y posteriormente la grave del catalán.

"Ya lleva cinco o seis semanas entrenando con nosotros y ha demostrado que está preparado para jugar”, explicó al acabar el partido de Kiev Ronald Koeman, refiriéndose a Mingueza y avanzando que "probablemente" el domingo repita ante Osasuna en el partido de Liga. De la invisibilidad a la titularidad, el ascenso del capitán del filial barcelonista ha sido tan supersónico como inesperado.

LA IMAGEN DE PUYOL
Y su caso, salvando las distancias a la vez que debiendo atender a la cautela del momento, puede, sin duda, refrescar en la memoria el caso de Carles Puyol, el mejor central de la historia moderna del Barça y que pasó del anonimato al escenario tanto por su insistencia como, también, la fortuna en forma de casualidad.

En el verano de 1999, con Louis van Gaal como entrenador, el Barcelona fichó al francés Déhu para sustituir a Pellegrino y Nadal en el puesto de central, en una defensa en la que Reiziger era el único lateral derecho y su puesto era fijo con Frank de Boer y Abelardo. Puyol, de 21 años, rechazó marcharse al Málaga a pesar del acuerdo entre los dos clubes y su obstinación, vista con disgusto primero en el club, acabó por lanzarle al estrellato sin que nadie pudiera sospecharlo.

Déhu resultó ser un fiasco y una lesión de Reiziger a principios de octubre provocó que el entrenador holandés, que ya había dado el espaldarazo a Xavi y Gabri, lo convocara para un partido liguero en Valladolid. Puyol debutó el 2 de octubre de 1999 como sustituto de Simao en un partido que el Barça venció por 0-2 y tras enlazar cuatro partidos como suplente debutó en el once titular el 19 de diciembre frente al Atlético de Madrid... A partir de ahí se convirtió en insustituible. Y acabó por entrar en la historia del club.

Nadie sospechaba en aquel entonces que Carles Puyol pudiera asentarse en un Barcelona que, como hoy, vivía en plena ebullición de crisis tanto a nivel deportivo como institucional y nadie se atreve hoy a apostar plenamente porque Mingueza, que como Puyol estaba a la cola de la atención mediática y con 21 años roza el momento de la verdad entre llegar o buscarse la vida lejos del club, pueda repetir con Koeman aquella historia que comenzó Van Gaal.

El momento de la verdad es hoy y aquí. Tal como catapultó a Pedri y le dio sin dudarlo galones a Ansu Fati, el entrenador holandés ha demostrado que no le tiembla el pulso a la hora de apostar por la juventud como no lo hizo en su día su compatriota con Puyol. O con Xavi, Gabri, Víctor Valdés, Iniesta y Fernando Navarro.

Mingueza también ha llegado al primer equipo... Falta por ver si su excelente debut en Kiev tendrá continuidad.