El Real Madrid salvó los muebles en el último suspiro... Pero dejó la Liga en manos de un Atlético de Madrid que tras su empate insuficiente en el Camp Nou recibió con algarabía el tropiezo blanco, necesitado de que los colchoneros no sumen los nueve puntos que restan para arrebatarle un título para el que, ahora, es el favorito.
LaLiga se volvió loca en un fin de semana que comenzó con la victoria del Madrid en el Camp Nou y acabó con todo revuelto otra vez. Pareciera que nadie quisiera llevarse el título antes de tiempo...
Con el Atlético instalado en el liderato con 77 puntos, le siguen Madrid y Barça con 75 y descolgado con 71 quedó el Sevilla, que rozó la victoria hasta el último suspiro. Todo ello con tres jornadas que se presumen enloquecidas hasta cerrarse el campeonato el 23 de mayo. Real Sociedad y Osasuna en casa para acabar en Valladolid son los partidos que le restan al Atlético. El Madrid debe visitar al Granada, después al Athletic y acabar como local ante el Villarreal. El Barça visitará al Levante, recibirá al Celta y acabará en Eibar.
Lo que son las cosas, en Valdebebas se pasó de un penalti a favor del Madrid a otro, señalizado por el VAR, favorable al Sevilla. Y transformado por Rakitic llevaba camino de expulsar, casi definitivamente, al equipo de Zidane de la pelea, hasta que evitó el desastre un autogol de Diego Carlos en tiempo añadido que minimizó el desastre, aunque dejó patente la semana horrible que comenzó con el KO en Champions frente al Chelsea y terminó con una igualada ante los de Lopetegui que sin ser decisiva sí se entiende trascendente.
El martes, en Valencia y frente a un Levante sin nada en juego, el Barça tendrá la oportunidad de catapultarse otra vez al liderato y presionar al Atlético que un día después recibirá en el Metropolitano a la Real Sociedad, hoy quinta en la tabla y que pelea una plaza en Europa con Villarreal y Betis. Para el Real Madrid, que visitará el jueves al Granada, la presión se entiende enorme. Necesitados los tres aspirantes de sumar ya sin disimulo todos los puntos, contemplando lo ocurrido en las últimas fechas nadie podría asegurar que alguno vaya a conseguirlo.
Será ese el primer capítulo, a media semana, antes de que las dos jornadas de cierre se disputen con horarios unificados y, a la vista de todo lo que está sucediendo, con una presión enorme para todos. Y más teniendo en cuenta que, con los resultados de las últimas semanas en la mano, diera la sensación de que el campeón quiera celebrar el título por la dimisión de sus oponentes más que por sus méritos propios.