El Barcelona protagonizó un final de mercado enloquecedor en agosto de 2021, cediendo a Antoine Griezmann de última hora al Atlético de Madrid e incorporando después a Luuk de Jong desde el Sevilla... Y no se quedó atrás en este mercado de invierno, dando el golpe del último día concretando un acuerdo con Pierre-Emerick Aubameyang, quien, procedente del Arsenal, será anunciado por el club azulgrana este martes para jugar lo que resta de temporada y la próxima.
El fichaje de Aubameyang no lo cerró oficialmente el Barcelona, a la espera de concretar todos los detalles del contrato y fichándolo ya después del cierre de mercado como agente libre, una vez rescindió su contrato con el club inglés.
Paralelamente a las intensas negociaciones por el fichaje del internacional gabonés, el Barça trabajó durante toda la jornada la marcha de Ousmane Dembélé, descartado por el PSG a primera hora de la mañana y de quien se especuló podría acordarse una salida con destino a la Premier League, con Chelsea y Tottenham en el escenario pero que, finalmente, no se llevó a cabo por las altas pretensiones del jugador y la poca predisposición de los clubes interesados en hacer un desembolso por un jugador que acaba contrato en junio.
De esta manera, el Barcelona tuvo que frenar la operación de incorporar a un lateral zurdo, que también tenía prevista, por no alcanzar en cuanto al límite salarial, cerrando el mercado con el futbolista del Arsenal que se sumará a las incorporaciones de Ferran Torres y Adama Traoré, además de Dani Alves.
Aubameyang, nacido en Francia hace 32 años, llegó por sorpresa a Barcelona a primera hora de la mañana, afirmando el club azulgrana que no tenía constancia de su viaje pero comenzando a partir de ahí una jornada de auténtica locura, con un contacto permanente entre los ejecutivos del Barça, comandados por Mateu Alemany, y sus homólogos del Arsenal, reacio el club gunner, en principio, a facilitar su traspaso sin obtener una compensación económica.
El veterano delantero, inactivo desde principios del mes de diciembre, mantenía una difícil relación en el Emirates con su entrendor Mikel Arteta, desde que rompió el código de disciplina del equipo al regresar tarde de un viaje personal y saltarse el protocolo covid, razón por la que fue apartado del grupo y entrenaba en solitario a la espera de solucionar un futuro que en Londres ya se contemplaba fuera del club.
El Barcelona, en cuanto entendió imposible concretar la llegada de Álvaro Morata, fijó su objetivo en Aubameyang, con el que llegó a un principio de acuerdo a la espera de negociar con el Arsenal, manteniendo los dos clubes contactos desde el último viernes. La solución sin embargo, no fue para nada simple. La entidad británica, a pesar de desear la salida del futbolista, se mostró contraria a aceptar una cesión de seis meses haciéndose cargo de una parte del salario del jugador, quien, ya en Barcelona, resolvió plantarse ante esa postura y asegurando que solo contemplaba jugar en el Camp Nou o permanecer en Londres.
A partir de ahí se retomaron conversaciones entre los dos clubes, aceptando finalmente el Arsenal concederle la carta de libertad para ahorrarse su alto salario, dejando que Aubameyang negociase su acuerdo con el Barça, concretado en un contrato por lo que resta de temporada, con una ficha muy ajustada que se estima por debajo de los 2.5 millones de euros para encajar en el límite salarial de la plantilla y la siguiente, en la que su salario aumentará de manera considerable.