Alba, Piqué y, en menor medida, Busquets han perdido su condición de imprescindibles, que parecía destinada a ser perenne
En el mismo escenario donde Luis Enrique se atrevió a sentar a Leo Messi y Neymar, el 4 de enero de 2015, este domingo Xavi Hernández dejó por primera vez de inicio en el banquillo a Jordi Alba desde que empezó su etapa como entrenador del Barcelona, provocando que el equipo se quedase sin ninguna 'vaca sagrada' en el terreno de juego del Real Arena, porque a su lado también estuvo Gerard Piqué, mientras que Sergio Busquets cumplió sanción.
Hace siete años, la decisión de Luis Enrique comportó una crisis que llevó a la convocatoria de elecciones por parte de Josep Maria Bartomeu y a un triplete; esta vez la decisión forma parte de un relevo generacional que por fin se ha ejecutado este verano en el equipo azulgrana y que, de momento, no ha causado ningún incendio.
La suplencia de Jordi Alba llegó después de que el lateral izquierdo completase una actuación muy discreta en el estreno liguero ante el Rayo Vallecano (0-0) y que Alejandro Balde, quien fue titular ayer domingo ante la Real Sociedad, pidiese paso con su prometedor rendimiento durante la pretemporada.
La jugada le salió bien a Xavi, ya que el joven canterano azulgrana fue el autor de la asistencia del primer tanto del triunfo por 1-4, obra de Robert Lewandowski cuando aún no se había cumplido el primer minuto de juego. Balde condujo a la perfección el contraataque y trazó un pase dentro del área en el momento preciso para que el delantero polaco se encargara del resto.
De todas maneras, el rendimiento de Balde, que cumplió la función de carrilero por la izquierda en una defensa con tres centrales (Ronald Araujo, Andreas Christensen y Eric Garcia), fue de más a menos y acabó sustituido en el minuto 64 aún con el resultado de 1-1 en el marcador. Por su parte, Jordi Alba entró para jugar los últimos 12 minutos de partido cuando el Barça ya ganaba por 1-3.
Alba y Balde ahora se disputan la posición de lateral izquierdo, pero la situación puede cambiar mucho si finalmente el club azulgrana consigue fichar a un zaguero izquierdo antes de que se cierre este mercado de fichajes.
Aún es más complicada la situación de Gerard Piqué, que no ha disputado ningún minuto en los dos primeros partidos de Liga, quedándose como el cuarto central en orden de preferencia para Xavi de los que ahora tiene disponibles, ya que Araujo, Christensen y Eric Garcia están por delante.
Pero su importancia en el equipo probablemente disminuirá más cuando Joules Koundé, destinado a ser titular en el eje de la zaga, pueda ser inscrito en LaLiga.
Además, igual que a su compañero Sergio Busquets, a Piqué se le pide un esfuerzo salarial para, precisamente, poder inscribir a Koundé y a los posibles jugadores que puedan llegar en lo que queda de mercado.
Alba, Piqué y, en menor medida, Busquets han perdido su condición de imprescindibles, que parecía destinada a ser perenne.