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España ofrece una mala cara en Escocia y despierta dudas

La nueva España debe merecer paciencia por el cambio de ciclo que ha supuesto la modificación de seleccionador. Pero la nueva España de Luis de la Fuente, que en su primera convocatoria agitó la plantilla como no podía esperarse, deberá ofrecer, de inmediato, motivos para creer.

Dos goles de Scott McTominay al comienzo de la primera y de la segunda mitad, fueron suficientes para provocar un naufragio tan inesperado como incuestionable. Perdió la Roja por 2-0 y pudo aún ser peor por cuanto un remate al travesaño de Joselu fue el único peligro creado por una selección que lejos de mejorar lo mostrado en su debut, se hundió sin remisión.

Si se estrenó en Málaga con una goleada que ocultó su mal juego frente a una Noruega (sentenciada gracias a dos goles en un minuto de Joselu) que acudió al duelo sin Erling Haaland, se derrumbó de en Glasgow frente a una Escocia que no le vencía desde hace más de 38 años y que la dejó desnuda. Totalmente.

España, por primera vez desde hace 30 partidos (desde un amistoso en Gales en 2018) sin ningún futbolista del Barça en la alineación, ofreció una imagen desangelada, sin ritmo, sin ansia ni ánimo. Y, casi lo peor, sin ofrecer un plan de juego concreto.

Le dio Luis de la Fuente el mando de la seleccion a Ceballos y el volante del Real Madrid apenas si apareció con una asistencia soberbia a Oyarzábal en la primera mitad. Antes y después deambuló por el césped incapaz de dotar al equipo español del dominio que se le debería suponer, acabando por colgar balones al área sin más solución de continuidad.

El técnico hizo hasta ocho cambios respecto a la alineación que presentó ante Noruega y si Rodri destacó en la previa que esta selección "tiene más alternativas" de las que podía ofrecer bajo el mando de Luis Enrique, la realidad le desmintió de manera evidente. Tanto como a Iago Aspas, que afeó al ex seleccionador que antes España "no tenía un plan B".

Ni A, ni B, ni C ni nada. A la que se vio por debajo en el marcador, por un fatal resbalón de Pedro Porro que vino acompañado de una pasividad inexcusable de los centrales, a España le entró el vértigo. Dominó sin más, sin saber como romper el ordenado plan escocés y aún tuvo suerte de irse al descanso con el 1-0, por cuanto Aaron (Hickey estuvo cerca de lograr el segundo al borde del tiempo reglamentario.

Lo curioso fue que De la Fuente 'castigó' a Porro en el vestuario y dio entrada en su lugar a Carvajal... Que quedó retratado de mala manera en el 2-0, para que a partir de ahí el desastre fuera ya indisimulado.

Nunca se asentó en el campo la selección española y fue barrida por el ánimo de una Escocia que remató más veces, peleó más, corrió más y mereció más, mucho más, la victoria.

¿Paciencia? Un nuevo proyecto debe merecerla... Pero deberá hacerse merecedora de ello.