HAMBURGO (Enviado especial) – Su figura no pasa inadvertida, ni tampoco se preocupa mucho por esconderse. Con suma amabilidad, saluda a todos y posa para cada una de las fotos que le solicitan tanto adultos como niños.
En la Casa Bleue, el espacio itinerante con música, animación y gastronomía que le destina la Federación Francesa de Fútbol a su público desde el Mundial 2014, la mascota llamada MasCoq Gauloise disfruta de su popularidad durante la Euro 2024. Solo la aparición sorpresa de Paul Pogba en el escenario, para arengar a los simpatizantes, interrumpe brevemente los pedidos que le hacen al hincha vestido de gallo.
Advertido de la presencia de la prensa, Côme Moudenner se quita la máscara amarilla con cresta roja y le comenta a ESPN.com: “Estoy viviendo gratis la Eurocopa gracias a la generosidad de todos”. Un título lo suficientemente atractivo como para ahondar en su historia.
¿Cuándo comenzó tu travesía en la Euro?
El 14 de junio arrancó el “Tour de la Fraternidad” desde Saint-Brieuc. Pasé por Bélgica y llegué a Alemania, donde estuve por Dusseldorf, Colonia, Leipzig, Berlín, Dortmund y Hamburgo. El Gallo salió sin nada, sin dinero y haciendo “dedo” (autostop), a descubrir la vida y la solidaridad. Gracias a la gente, encontré dónde alojarme cada noche, salvo una en la que estuve todo el día en la calle porque los caminos estaban bloqueados.
¿Por qué elegiste “Fraternidad” como lema?
Es un momento en el que el país está dividido y la palabra “Fraternidad” forma parte de la historia de Francia, junto a “libertad e igualdad”. Este desafío intenta probar que todos los humanos apoyan la fraternidad.
¿Qué ayuda recibiste en tu estadía en Alemania?
Todos me dieron la bienvenida. Me transportaron a las distintas sedes, me alojaron en sus casas, los dueños de los restaurantes me invitaron a comer… quedó claro que a la gente le encanta apoyarse unos a otros y es un verdadero placer.
MasCoq está siempre de la gente, en el Fan Zone, en el lugar de concentración del plantel y en las caravanas rumbo a los estadios. No solo atrae a los franceses, sino a los aficionados de otros equipos.
El exrepresentante de futbolistas, profesión que abandonó al ver como se los trataba como mercancías, busca honrar al animal que todavía no es considerado emblema oficial y que estuvo representado por “Footix” en el Mundial ganado en 1998 de la mano de Zinedine Zidane y compañía.
Su intención va más allá: Côme también es presidente de la Federación de Mascotas y reunió a más de 100 de todas las disciplinas. Además, ya se contactó con la Asociación nacional del gallo galo, una raza emblemática que está en peligro de extinción.
¿Qué fue lo más curioso que te sucedió?
Encontré que me alcanzara un camión con más de 50 vacas y varias veces los patrulleros de la Policía alemana también me acercaron a las ciudades. Uno de ellos me llevó una hora hasta Leipzig. Una vez que les cuento la historia, me muestran su solidaridad sin pedir nada a cambio.
¿Hasta cuándo pensás quedarte?
La idea es continuar hasta la final siempre y cuando Francia acceda. También espero estar presente para el Tour de France en Troyes y para el paso de la llama olímpica en Romilly-sur-Seine. Y después, la historia del Gallo seguirá en los Juegos Olímpicos de París, porque no es solo un gallo de fútbol. Es de todos los amigos y de todos los deportes. Después de estos dos meses, queremos demostrar que la fraternidad es posible. Por eso vinimos a la Euro, sin pagar ni un euro.
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