BERLÍN (Enviado especial) – Una vez que se traspasan los emblemáticos anillos olímpicos que adornan su entrada principal, caminar alrededor del Olympiastadion genera la sensación de que el tiempo no transcurrió. A cada paso, se encuentra un pedazo de historia.
En el Estadio Olímpico de Berlín, la casa de la la gran final de la Euro 2024 que protagonizarán España e Inglaterra, con transmisión de ESPN y Disney+, conviven los recuerdos del nefasto uso que le dio el régimen nazi al gigante de más de 50 mil metros cuadrados, con el colorido que le aporta la definición del certamen de Selecciones más importante del Viejo Continente.
Construido para los Juegos Olímpicos de Berlín 1936
El 13 de mayo de 1931, cuando Berlín se impuso por 43-16 a Barcelona y se quedó con la sede de los Juegos Olímpicos de 1936, seguía en pie el proyecto de remodelar el Estadio Nacional. Sin embargo, con la designación de Adolf Hitler como Canciller el 30 de enero de 1933, se desistió de la idea y tomó forma el proyecto de crear uno nuevo, imponente y muy visible con capacidad para 110 mil espectadores, diseñado por Werner March y de arquitectura neoclásica.
La demolición comenzó en marzo de 1934 y Hitler ordenó que la obra fuera supervisada por el Ministerio del Interior imperial. Las empresas constructoras se vieron obligadas a contratar únicamente "trabajadores no sindicalizados, de ciudadanía alemana y raza aria". En el Reichssportfeld, como se lo conoce al complejo deportivo, trabajaron hasta 500 empresas con un total de 2600 personas y se estima un costo de 27 millones de marcos.
El objetivo era claro: los Juegos Olímpicos eran una enorme oportunidad propagandística. Entre el 1° y el 16 de agosto de 1936, la capital alemana cambió su imagen. Hitler anunció que no se iba a oponer a la “participación de personas de color en las competiciones” y se dio la orden de detener cualquier ataque antisemita. Al menos, momentáneamente.
Después de esa fachada para tapar el horror, se dejaron de llevar a cabo eventos de atletismo para darle espacio a la Reichsakademie für Leibesübungen (Academia Estatal de Atletismo), donde la escuela daba entrenamiento deportivo paramilitar. En tanto que el 28 de septiembre de ese año, miles de nazis marcharon hacia allí con antorchas para darle la bienvenida al "Duce" Benito Mussolini.
El palco VIP, la piscina y la campana del Estadio Olímpico de Berlín
Cada sector u objeto que permanece tal como entonces está acompañado de un cartel explicativo. Tal es el caso del salón VIP, ubicado en el mismo lugar en el que Hitler agasajaba a sus allegados. Otro de los sectores que se mantienen prácticamente como en su origen es la piscina, que quedó casi intacta y abierta al público. Lo mismo ocurre con la “campana olímpica”. Transportada en 1936 desde Bochum a Berlín, se mantuvo colgada en una torre del sector oeste hasta 1947, cuando fue impactada por explosiones y quedó enterrada cerca del campanario. Rescatada 10 años después, quedó reubicada a la altura del piso, en memoria de las víctimas de la guerra y la violencia, con su rajadura y los símbolos nazis que contenía.
Para llegar hasta el campo de juego hay que traspasar túneles de techo de hormigón y paredes divisorias, que funcionaban como búnker en la Segunda Guerra Mundial. También servían como cuartel general de la radio nacional de la Alemania nazi. Otros sectores eran utilizados como depósitos de municiones y almacenes de alimentos. En la Olympischer Platz prestaron juramento los últimos contingentes de Hitler el 12 de noviembre de 1944.
Una nueva era en el Olímpico de Berlín
Reconocido como monumento en 1966, el estadio donde Hertha Berlin juega como local recibe la final de la Copa de Alemania desde 1985 y, de hecho, hay un mural con las principales figuras de aquellas definiciones, junto a sus huellas (pies de los jugadores de campo o manos de los arqueros).
El 1° de agosto de 2004 se llevó a cabo la ceremonia de reapertura del estadio, ya con techo nuevo y capacidad para 74 mil espectadores, que fue sede de la final del Mundial 2006. La búsqueda fue dar la sensación de transformación en una Alemania más abierta y democrática.
Más tarde, en el Mundial de atletismo de 2009, el jamaiquino Usain Bolt logró los récords de 100 y 200 metros. También se jugó allí la definición de la UEFA Champions League 2014/15, en la que Barcelona derrotó a Juventus. El Olímpico de Berlín es visita obligada de los turistas: se estima que lo recorren 300 mil personas por año. Este domingo 14 de julio, le abrirá sus puertas a otro gran acontecimiento: España e Inglaterra van por la gloria en la Euro 2024. En estos días, el Olympiastadion luce renovado y lleno de color. Alcanza con unos pocos pasos para encontrarse con la parte sombría de su historia.