España se consagró campeón este domingo tras vencer 2-1 a Inglaterra en la final de la Eurocopa y volvió a levantar el título tras 12 años. El partido se puede volver a ver por Disney+ (solo para Sudamérica) y confirmó lo que todos vimos a lo largo del torneo: que La Roja tuvo muchos puntos altos.
Las figuras de España campeón de la Eurocopa 2024
Llegó en silencio e incluso fue suplente en tres de los primeros cuatro partidos, pero se ganó el puesto en el momento más caliente de la Euro y terminó como uno de los principales responsables del título de la Roja.
No solo por sus goles clave (marcó contra Georgia, Alemania y Francia), sino también porque su aporte fue clave para sostener el dominio de España en cada uno de los encuentros. Pieza fundamental del mediocampo y del ataque, influyó con la posesión y también sin ella.
El atrevido joven de flamantes 17 años jugó prácticamente todo el torneo con 16 -excepto la final- y fue decisivo en varios encuentros. Se puede decir que es el más destacado porque hace rato que España necesitaba de este tipo de futbolistas: encaradores, desfachatados, para romper con la crítica tan repetida de su lateralización del juego. Con él, y Nico Williams por la otra banda, los dirigidos por Luis De La Fuente encontraron un quiebre para generar peligro real. Y así inquietaron a todos los rivales.
Pero lo de Yamal es aparte. El delantero apareció en el momento más dificultoso para La Roja en el torneo. Fue ante Francia, en los primeros minutos en los que el equipo ya perdía 0-1 y no lograba acomodarse. Hasta que el oriundo de Esplugas de Llobregat (Barcelona) encontrara un espacio y sacara de la galera un verdadero golazo que inició la remontada de España.
Por si fuera poco, volvió a ser fundamental en la final. En el comienzo del segundo tiempo, realizó una gran jugada y asistió a Williams para el 1-0 sobre Inglaterra.
Al igual que el rol que cumple en el Manchester City, Rodri fue el eje del mediocampo español. Con pelota, fue el termómetro del equipo haciendo lo que pedía el partido: bajando o subiendo el ritmo cuando España lo necesitaba. Pero, además, en lo defensivo, ordenó a sus compañeros y cubrió espacios para que el equipo no pasara zozobra a nivel defensivo. Un jugador quizás infravalorado por la importancia de su rol.
Torneo consagratorio para un futbolista que alterna en Paris Saint-Germain. Es que el volante fue indescifrable para las defensas rivales, moviéndose por todo el frente de ataque e infligiendo daño con su gambeta y su lectura de juego. Su dinámica lo hizo difícil de marcar y fue el socio perfecto de los extremos españoles. Su gran mérito fue que no se lo pudo encasillar en una posición fija a lo largo del torneo, porque fue apareciendo por todos lados cuando la jugada lo requería.